Un importante hallazgo arqueológico en Europa ofrece una visión sin precedentes de la vida humana en la Edad de Bronce
El increíble descubrimiento de algunos yacimientos de interés desde el punto de vista de la arqueología puede ayudar a explicar algunas cuestiones relacionadas con la organización del poblamiento en el continente europeo.
Un equipo de investigadores irlandeses, eslovenos y serbios de la Facultad de Arqueología de la Universidad de Dublín ha descubierto una red de antiguas megaestructuras en la cuenca de los Cárpatos, en Europa Central. El análisis de datos combinado con imágenes de satélite y fotografías aéreas permitió a los investigadores recrear un paisaje prehistórico, que contenía más de 100 yacimientos de interés.
Según el autor principal del estudio, el análisis de este tipo de estructuras (en su mayoría defensivas) puede ayudar a explicar la aparición de los fuertes a gran escala, característicos de la Edad del Bronce, que fueron las mayores estructuras defensivas construidas hasta la Edad del Hierro. Los dos ejemplos más conocidos de este tipo de fortificaciones se encuentran en Rumanía (Corneşti Iarcuri), al norte de la ciudad de Timisoara, y en Serbia (Gradište Iđoš), en una zona cercana a la frontera rumana.
Los autores de este estudio afirman que la sociedad que ocupaba estos lugares era compleja, jerarquizada y socialmente influyente, y que con el paso del tiempo, ya en la fase final de la Edad del Bronce (entre 1600 y 1200 a.C.) se hizo cada vez más compleja, aumentando la escala y densidad de las megaestructuras, contradiciendo otras teorías que afirmaban lo contrario.
Las estructuras identificadas anteriormente fueron las antecesoras de los castros que se establecieron posteriormente en toda Europa, y se descubrieron mediante el uso de la tecnología de teledetección y el trabajo de campo combinado con excavaciones a pequeña escala.
Unas comunidades sorprendentes
Para dar una idea del número y tamaño de las estructuras recientemente descubiertas, los autores de este estudio decidieron bautizar a este grupo con el nombre de Grupo de Yacimientos del Tisza (GST), por estar situados a lo largo del río Tisza. Este río es uno de los más importantes de Europa Central, ya que nace en los Cárpatos a 2020 metros de altitud y recorre casi 1000 km hasta desembocar en el Danubio en la ciudad serbia de Novi Sad.
El GST formaba una comunidad cooperativa extendida a lo largo del río, en la que los distintos poblados y sus fortificaciones no se encontraban a más de 5 kilómetros de distancia. Este tipo de complejidad organizativa sugiere que la GST fue un importante centro de innovación en la Europa prehistórica. Por ejemplo, la fortificación de Gradište Iđoš está rodeada por una red de fosos de más de 30 km de longitud, claramente mayor que las fortificaciones de las civilizaciones micénica, hitita y egipcia, contemporáneas.
A pesar de todas las supuestas novedades, los pueblos que habitaban la GST acabaron por desmoronarse en torno al año 1200 a.C.. Durante este periodo, varios reinos, imperios, ciudades y sociedades se derrumbaron en Europa central y meridional, así como en el suroeste de Asia y el norte de África. El descubrimiento de estos yacimientos en el marco de este estudio proporciona una visión sin precedentes de la vida en la fase final de la Edad del Bronce.
Referencia de la noticia
Molloy, B. et al. Resilience, innovation and collapse of settlement networks in later Bronze Age Europe: New survey data from the southern Carpathian Basin PLOS ONE (2023).