Un histórico meteorólogo español: las dorsales que parecen "dedos" están extremando el tiempo en España

El meteorólogo Ángel Rivera, uno de los expertos más veteranos y conocidos de la AEMET, lo tiene claro, la severidad de los actuales acontecimientos meteorológicos en Europa, y más concretamente en España, tienen un principal culpable.

Inundaciones en Madrid
Carretera inundada en Madrid, tras las recientes y extraordinarias lluvias. La gran dorsal anticlónica detrás de estos efectos.

La sabiduría meteorológica de Ángel Rivera es formidable, reconocido meteorólogo y durante muchos años jefe del Área de Predicción, además de portavoz de AEMET hasta su jubilación, mantiene un afán de enseñar y trasmitir sus amplios conocimientos.

En este caso, nos habla y trasmite su preocupación por los recientes acontecimientos meteorológicos que nos están afectando en forma de inundaciones y de una pluviometría anormal, muy alejada de la media. En cambio, otras zonas de Europa están en el reverso de esta situación, viviendo anticipos prematuros del verano.

Actualmente, y tras unas jornadas donde predominó ese anticipo que recordaba mucho a mayo o junio, con temperaturas por encima de la media y ausencia de precipitaciones, la inestabilidad ha regresado de nuevo a nuestra geografía.

La culpable es Nuria, la decimocuarta borrasca de alto impacto de la temporada 2024-2025, que nos hace retroceder de nuevo hacia el invierno, viviendo por lo tanto los vaivenes típicos de la primavera, pero con un ingrediente adicional: una histórica dorsal anticiclónica.

Mapa de borrascas y anticiclones.
La gran dorsal anticiclónica ha subido de latitud y permite el paso de borrascas, como Nuria, por el flanco sur. Fuente AEMET.

Anticiclón versus borrasca

Las condiciones meteorológicas en una región vienen condicionadas por un factor principal: la presencia de bajas o de altas presiones en una zona extensa determinada. El que haya borrascas o anticiclones viene pautado, principalmente y entre otros factores, por la distribución de temperaturas debido a la radiación del Sol y por factores meteorológicos.

En España, la climatología media de nuestra latitud viene determinada por una extensa zona de altas presiones situada al oeste de la Península Ibérica (es el famoso anticiclón de las Azores) y por la zona de bajas presiones situada en la zona de Islandia.

El chorro polar, es el que dirige esos centros de altas o bajas presiones en nuestras latitudes.

¿Qué es el chorro polar?
También conocido como corriente en chorro o “jet stream”, se trata de un canal de vientos muy fuertes, canalizados en altura, que discurre a unos 9-16 km sobre la superficie terrestre y que es el centro rector de los movimientos de borrascas y anticiclones en nuestras latitudes.

Un chorro polar 'zonal' indica una predominancia de vientos del oeste y un chorro 'meandrizado' indica una variabilidad meteorológica apreciable en España

En ocasiones y debido a la ondulación de la corriente en chorro, ocasiona que los centros de altas y bajas presiones dejen de trasladarse de oeste a este y lo haga en el eje vertical, es decir, o de norte a sur o de sur a norte.

Pues bien, Rivera destaca que la meteorología tan adversa que están viviendo algunas zonas de Europa, con temperaturas anómalas, abundantes precipitaciones e inundaciones en el caso de España, en contraposición con otras zonas no habituadas a periodos de tiempo tan secos como Francia, Alemania y Reino Unido, tienen un causante principal: la dorsal anticiclónica, pero no una cualquiera.

Dorsales gigantes

Los recientes eventos meteorológicos, evidentemente, no le han pasado por alto a Ángel Rivera, y nos habla sobre unos de los principales causantes de la meteorología tan adversa que llevamos viviendo desde hace semanas en España.

Se trata de una intensa anomalía de altas presiones y de un chorro polar muy fuerte que la circunvala. Se genera una gran dorsal anticiclónica que impresiona por su intensidad y recurrencia. Ángel reflexiona sobre esto en un artículo de su blog:

Desde el año 2020, más o menos, estas dorsales tan alargadas se están haciendo cada vez más frecuentes. Por una parte, han sido las responsables de las fuertes olas de calor en varias zonas del hemisferio norte y muy concretamente aquí, en España.

Las ondulaciones del chorro polar se producen a todos los niveles de la atmósfera, lo que provoca que este se independice en forma de bolsas de aire frío aisladas (BFA) o en borrasca sin reflejo en superficie (DANA). Entre medio de ellas, aparece lo contrario, las altas presiones en altura o dorsales anticiclónicas.

En ocasiones, y cada vez más frecuentemente, esas poderosas crestas anticiclónicas dan la sensación de que son como dedos de la mano impresionados sobre los mapas sinópticos de geopotencial en altura.

El gran peligro de estas dorsales

En su artículo, ya de hace unos días, pronosticaba con total exactitud lo que está aconteciendo recientemente en España con Nuria. La gran dorsal anticiclónica se ha estrangulado y las borrascas acechantes, por ambos flancos, nos han atacado.

Mapa de geopotenciales de viento en altura.
La gran dorsal anticiclónica abraza gran parte de Europa, en su flanco sur atacan Nuria por el oeste.

Por contra, estas circunstancias meteorológicas provocan que la estabilidad predomine en zonas donde habitualmente debería estar lloviendo copiosamente a estas alturas del año, y también meses atrás. Zonas del centro y oeste del continente europeo están viviendo una condiciones meteorológicas muy estables y secas, con un déficit pluviométrico muy destacable.

¿Cuál podría ser la causa?

Aunque aún es pronto para dilucidar el causante de estas anomalías tan presentes y cada vez más abundantes; Ángel opina que podría deberse a dos razones fundamentales: a una variabilidad natural del clima y al calentamiento global o una interacción de ambos factores:

Puede pensarse que se trata de la variabilidad natural de la atmósfera y que estas situaciones podrían volver a no hacerse tan frecuentes. Sin embargo, al menos por ahora, se está siguiendo el guion establecido por las investigaciones sobre cómo el calentamiento global está afectando a las corrientes en chorro

Esto podría estar en consonancia, en palabras del divulgador, con un chorro polar algo elevado de latitud y un chorro subtropical subiendo de latitud cada vez más, como resultado de la expansión hacia el norte de la atmósfera subtropical.

No obstante, hay otros muchos factores que podrían estar ocasionado estos patrones tan peculiares en nuestra atmósfera. Como comenta, (y aún está en estudio), podríamos pensar que estas poderosas y profundas ondulaciones del chorro polar en forma de inmensas crestas anticiclónicas, se generan porque estas ondulaciones entran en resonancia (cómo las ondas de un estanque, al juntarse amplifican su amplitud).

¿Y el efecto inmediato?

El efecto puede ser de dos tipos y que ya hemos comentado desde Meteored:

  1. - El anticiclón mantiene su posición en nuestra vertical y ocasiona tiempo anticiclónico, estable, con ausencia de temperaturas y anticipándose al verano (cómo actualmente están viviendo en Europa).
  2. - O bien, el intenso chorro polar hace que el anticiclón suba de latitud, se estrangule y permita el paso de las perturbaciones por su flanco sur, cómo está ocurriendo con Nuria.

Rivera sentencia: "En cualquier caso también podrían tener el efecto que estamos viendo este año, como es el descenso de latitud de las borrascas atlánticas al tener que rodear a estas dorsales".

Sea como sea, estamos viviendo una dinámica atmosférica que por un lado es típica de la primavera, pero que se ve alterada por otro ingrediente extra: una potente dorsal anticiclónica en forma de "dedo" que está condicionando una pluviometría excepcional en algunas zonas de nuestro país y un déficit significativo en otras zonas de Europa.