Un gran chorro de aire seco hará más imprevisible la próxima borrasca
Las lluvias durante estos próximos días pueden ser noticia en España, pero para saber dónde y cuándo caerán con cierta precisión habrá que armarse de paciencia. La borrasca que nos afectará contará con masas de aire muy diferentes y complejas.
En los últimos días hemos podido apreciar que la situación meteorológica dominante durante el invierno se ha esfumado por completo. El chorro polar se muestra mucho más bajo de latitud y el bloqueo que durante tanto tiempo ha impedido la llegada de frentes a la Península, se ha desplazado al norte de Europa, permitiendo el acercamiento de las bajas presiones. En España, ahora mismo la atención está puesta en una borrasca bastante peculiar que nos empezará a afectar a partir del domingo y que se situará mucho más al sur de lo habitual.
Esta borrasca se formará en el seno de una baja aislada en niveles altos (DANA) que se descolgará del chorro polar durante este fin de semana. La baja en superficie quedará algo desacoplada de la baja en altura en sus fases iniciales, pero a medida que evolucione, ambas acabarán coincidiendo y se situarán al sur peninsular durante el lunes y el martes. Esto favorecerá flujos del este y sureste en buena parte de la Península, facilitando la llegada de precipitaciones también a la vertiente Mediterránea. Sin embargo, la distribución espacial y temporal de estas lluvias no va a ser fácil de predecir.
Con esa circulación y la baja situada tan al sur, parte de ese flujo de sureste se impondrá también en el norte de África y permitirá que el aire presente en este continente migre hacia el norte, pudiendo entrar directamente en la circulación de la borrasca y afectando posteriormente a la Península Ibérica, especialmente a partir de las últimas horas del lunes.
Traerá polvo en suspensión y afectará a las precipitaciones e incluso al viento
Al colarse esta masa de aire seco en la circulación de la borrasca, la situación y distribución de precipitaciones a escalas más pequeñas, de decenas o unos pocos cientos de kilómetros (mesoescala) se empieza a volver especialmente difícil de predecir. Las lluvias serán intensas y extensas en buena parte de la Península, pero habrá zonas aún por concretar donde esta masa de aire pueda inhibirlas, al menos temporalmente, al reducir considerablemente la humedad en niveles medios y bajos de la troposfera.
Otro factor a tener en cuenta será el polvo en suspensión. En este caso, todavía no se conocen en detalle los valores a los que estaremos expuestos, dado que estamos hablando de una predicción a más de 3 días vista. Sin embargo, pueden ser bastante elevados en algunos puntos, desencadenando precipitaciones en forma de barro y reduciendo la visibilidad apreciablemente.
Por último, esta intrusión de aire africano, también erosionará la nubosidad y dará lugar a una masa de aire cálido y seco, que se irá enfriando progresivamente sobre la Península volviéndose más densa, "pesada" y por tanto estable, y con tendencia a descender a niveles bajos. Esto facilitará la formación de vientos de ladera a sotavento de las cordilleras, incrementándose la velocidad del viento. Aunque por lo general las rachas de viento no serán especialmente fuertes, en estas zonas de montaña del interior y norte podría haber excepciones y alcanzar localmente los 90 km/h en las laderas de sotavento.