Un tiempo de diciembre... ¿con nieves o calmas?
Entramos en el último mes del año pendientes de la meteorología, y no es para menos, tras un 2018 plagado de fenómenos meteorológicos severos en España. ¿Con qué nos sorprenderá diciembre? ¿Tendremos una blanca Navidad, o las calmas serán las protagonistas? Aquí te lo contamos.
Y de nuevo, estamos casi en diciembre. Otro año que se acaba. Es el momento de hacer balance de muchas cosas, incluida aquellas relacionadas con la meteorología. Sin duda, 2018 será recordado por la gran variedad de tipos de tiempo que hemos tenido en nuestro país: lluvias torrenciales en el Mediterráneo, un huracán a 200 kms de las costas peninsulares, tren de borrascas atlánticas en primavera, episodios de frío y calor...
Con la llegada de diciembre, también se da el pistoletazo de salida al invierno climatológico, que no hay que confundir con el astronómico. Las estaciones climatológicas se clasifican en función de los valores medios de temperaturas y precipitación, entre otros. Diciembre, enero y febrero suelen ser los meses más fríos y las borrascas atlánticas se suelen aproximar con el descenso de latitud del jet stream (o no).
De momento, diciembre va a comenzar con una situación de calmas típica de invierno: dorsal sobre la Península Ibérica, bien sustentada en superficie con el anticiclón. Esto se traduce en vientos débiles y variables, temperaturas agradables de día y heladas durante la noche en zonas deprimidas por inversión térmica, nieblas en los fondos de valle, descensos del nivel del mar por las altas presiones...
Aunque asociemos diciembre con Navidad y nieves, lo cierto que es las calmas son típicas de estas fechas y pueden prolongarse durante semanas, ocasionando graves problemas de contaminación en ciudades como Madrid o Barcelona, por la inversión térmica y ausencia de viento. Sin embargo, parece que en esta ocasión no va a durar mucho.
Y después de la calma... ¿llegará la tormenta?
De acuerdo con el modelo Europeo, las bajas atlánticas, que serán bastante profundas, nos podrían afectar a partir de los días 4 o 5, especialmente a la mitad norte. Tendríamos un gradiente de presión bastante importante, con las altas presiones reforzándose sobre las Azores y las borrascas atlánticas que llegarían a Europa vía Islas Británicas. Así posiblemente el viento de poniente irá ganando intensidad.
A más largo plazo, tanto GFS como Europeo coinciden en mostrar meandrizaciones de la corriente en chorro, lo que abriría la puerta a nuevas situaciones: bloqueos anticiclónicos en el entorno de Islandia-Escandinavia, descuelgues de aire frío en altura sobre la vertical peninsular, que se abra la puerta al aire polar continental... Tendremos que esperar, aunque por ahora parece que diciembre será un mes variable.
¿Qué prevén la NOAA y el ECMWF para el mes de diciembre?
Esto que acabamos de comentar no se refleja del todo en las previsiones estacionales para el mes de diciembre. Por ejemplo, NOAA prevé un mes de diciembre seco y con temperaturas normales para la época en todo el país. Las previsiones que maneja a largo plazo el ECMWF son ligeramente diferentes, apostando por temperaturas algo más altas y menos precipitaciones respecto al promedio.
Sin embargo, no nos hemos de olvidar que estas previsiones a largo plazo son poco fiables para nuestro país (por situación y orografía, especialmente). Además, en este 2018 hemos ido de sorpresa en sorpresa en lo que respecta a la meteorología, y ya hemos visto que las previsiones pueden cambiar de un momento a otro. No sería descabellado que 2018 tiene alguna otra sorpresa preparada antes de despedirse definitivamente.