Últimas previsiones del fenómeno de La Niña: “podría no llegar este año”, avisa la climatóloga Paola Bueno
¡Las actualizaciones de los modelos siguen siendo pesimistas sobre la llegada de La Niña en 2024! Las nuevas previsiones muestran que esté fenómeno finalmente será débil en unos meses ¡o puede que no se forme en absoluto!
Uno de los principales patrones de teleconexión previstos para la primavera austral es La Niña que, como ya explicamos en Meteored, ha visto su llegada aplazada por los modelos de previsión en las últimas actualizaciones y, al parecer, debería emerger entre septiembre y octubre. Sin embargo, cabe señalar que algunos modelos ya no muestran la formación de La Niña este año, como veremos a continuación, ¡lo que significa que seguimos en la incertidumbre!
Además de las incertidumbres que rodeaban su llegada, los modelos tampoco estaban seguros sobre la intensidad de este evento de La Niña. Sin embargo, en las últimas semanas los mapas han empezado a indicar una mayor certidumbre y acuerdo en cuanto a la intensidad de esta posible La Niña.
¡Una La Niña débil o incluso inexistente!
Durante la fase final de El Niño, en el primer semestre de este año, cuando los modelos empezaron a predecir La Niña, la mayoría de los modelos apuntaban a un evento de La Niña de intensidad fuerte a moderada. Con el paso de los meses, en Meteored nos dimos cuenta de que probablemente los modelos estaban sobreestimando el evento y creímos que este evento no sería más que un La Niña débil.
Ahora, las últimas actualizaciones de las previsiones muestran que la mayoría de los modelos han empezado a sugerir que si esta La Niña se forma realmente en el otoño boreal, no será más que una La Niña débil, con anomalías medias de la temperatura de la superficie del mar (TSM) de entre -0,5 °C y -1 °C en la región del Niño 3.4, y se espera que el pico de intensidad se produzca en el trimestre de verano.
En el penacho de modelos del IRI, vemos que la mayoría de los modelos, principalmente los dinámicos, apuestan por una La Niña débil, que comenzaría en la primavera austral y duraría hasta finales del verano del hemisferio sur 2024-25. Sólo dos modelos de este penacho siguen pronosticando una La Niña de intensidad moderada, con anomalías ligeramente inferiores a -1°C, pero son una minoría en el penacho y, por tanto, la probabilidad es baja.
Otro punto importante, sobre el que hemos estado llamando la atención y que ahora es más evidente, ¡es la considerable posibilidad de que La Niña no se forme en 2024! Muchos modelos han ido ajustando sus previsiones y reduciendo la intensidad de la futura La Niña y algunos ya no creen en su formación, pronosticando sólo un ligero enfriamiento de las TSM en la región Niño 3.4 en el Pacífico Tropical, pero sin alcanzar el umbral de La Niña, es decir, manteniendo las anomalías por encima de -0,5°C.
Varios modelos estadísticos no predicen La Niña en los próximos meses y algunos modelos dinámicos tampoco, incluido el modelo de confianza de Meteored. Como podemos ver en el penacho de modelos IMME, que reúne algunos de los principales modelos dinámicos internacionales, la previsión del ECMWF sitúa las anomalías de la TSM ligeramente por debajo de la media en los próximos meses en la región Niño 3.4, ¡pero sin superar el umbral de La Niña de -0,5°C!