¡Lluvia de estrellas líridas! Mira el cielo a partir del Sábado Santo
Mirar al cielo más de lo normal ahora tiene una gran excusa. Vuelven momentos buenos para los amantes de la astronomía, la lluvia de estrellas líridas aparecerán en nuestro firmamento en muy pocos días, ¿nos lo vamos a perder?
La segunda quincena de abril nos guarda muchas cosas especiales. Primero la Semana Santa poniendo su guinda en el domingo de Ramos, y luego la lluvia de estrellas líridas que iluminarán el cielo en las vísperas de San Jorge, para felicitar al santo.
¿Cuántas y cuándo llegan las líridas?
Si la meteorología lo permite, disfrutaremos de la lluvia de estrellas concretamente entre los días 16 y 25 de abril, aunque ya puede aparecer alguna despistada en el cielo. Pese a que se trata de un evento astronómico algo modesto, se podrá ver tanto del hemisferio norte como del sur, eso sí, en menor cuantía.
Se esperan alrededor de 18 meteoros por hora viajando a velocidades de 49 kilómetros por segundo. Este valor no dice mucho si lo comparamos con la tasa de actividad de las perseidas o de las gemínidas, pero algunos años esta cadencia puede incrementarse hasta los 100 meteoros por hora. Por el momento, es bastante complicado predecir con exactitud en qué años ocurrirá pero... ¿y si es este año?
Estado de la Luna y algunos consejos
El momento culmen de estas estrellas lo tendremos la noche del 22 al 23 de abril, cuando se esperan el mayor número de ellas. Lamentablemente, el 2022 no será un buen año para la observación de las líridas, puesto que su momento de máxima actividad se producirá dos días antes de que la Luna alcance su fase de cuarto menguante.
Como ocurre con otros eventos parecidos, el lugar de observación puede ser cualquiera siempre y cuando sea en campo abierto o en la montaña. Cualquier mirador, terraza o espacio abierto lejos de la ciudad y sin obstáculos son sitios idóneos disfrutar delas estrellas fugaces.
Trozos de un cometa
Como sucede con otras, las líridas son trozos y fragmentos del cometa C/1861 G1 (Thatcher) de largo período que orbita alrededor del Sol una vez cada 415 años. Cuando la Tierra pasa por un anillo poblado de estas partículas o meteoroides, ellas entran en nuestra atmósfera y se calcinan por la fricción del aire, creando así el resplandor luminoso que conocemos como estrella fugaz.
Estas estrellas tienen su radiante en la constelación Lyra, que es desde donde parecen surgir. Aparecen en nuestro cielo en forma de destello desde hace al menos 2600 años. Los registros más antiguos se conservan en el libro chino de crónicas Zuo Zhuan que data del 687 a.C, según el Observatorio Astronómico Nacional.