Trump y Elon Musk cambian de repente los planes para volver a la Luna: la NASA en vilo
Ya lo avisó: "Enviaremos astronautas a plantar la bandera americana sobre Marte". En ese empeño, al presidente de Estados Unidos le acompaña el hombre que, desde que creó SpaceX, sueña con colonizar el planeta rojo.
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El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca también está produciendo cambios en la forma en que Estados Unidos pretende liderar la exploración del espacio.
Uno de los motivos principales es el papel influyente que la actual administración estadounidense ha otorgado a Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX y el hombre más rico del mundo, como consejero superior del mandatario y director del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés).
Y es que el magnate parece estar siendo una pieza clave en la redefinición de las prioridades de la exploración espacial de Estados Unidos, que podrían poner en peligro las nuevas misiones lunares planificadas en el marco del programa Artemis.
La NASA y el programa Artemis en tela de juicio
Una de las primeras medidas de Trump ha sido la realización de una exhaustiva auditoría de la NASA por parte del DOGE, que incluye evaluar los contratos existentes y proponer posibles recortes presupuestarios.
Sobre este asunto, la actual directora de la NASA, Janet Petro, ya ha avanzado al personal sobre posibles reducciones de plantilla, lo que, inevitablemente, está generando incertidumbre sobre el futuro de las misiones científicas en marcha, entre ellas, la de volver enviar al hombre a la Luna medio siglo después de que lo hiciera el programa Apolo.
El equipo de Elon Musk en el DOGE amenaza las misiones a la Luna de la NASA. El dueño de SpaceX, que recibe millonarios contratos de la agencia, ha criticado duramente el programa 'Artemis' para reconquistar la Luna, y busca reducir plantilla y gastos https://t.co/cZcxlSEK3q
— EL PAÍS (@el_pais) February 21, 2025
Mediante Artemis, la agencia espacial estadounidense pretende ahora establecer una presencia humana sostenible en el único satélite de la Tierra. Una misión que ha despertado críticas desde su anuncio debido a su elevado coste económico: unos 7.800 millones de dólares.
Por eso, los detractores del programa, entre los que se encuentra Musk, cuestionan su eficiencia y apuestan por redirigir los esfuerzos hacia la exploración de Marte. Pero, en el caso del magnate, el interés no es solo científico.
Elon Musk y el planeta rojo
Desde que fundó la compañía SpaceX en 2002, Elon Musk ha perseguido un ambicioso objetivo ambicioso: colonizar Marte.
Por eso, tras un breve paso por la Mars Society, que aboga por la exploración del planeta rojo, el también dueño de Tesla ideó Mars Oasis, una ciudad marciana sostenible habitada por humanos en un plazo de veinte años.
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Así que su particular interés podría ser la clave en la reasignación de recursos de la NASA, priorizando las misiones marcianas sobre las lunares. Sin embargo, la posible cancelación del programa Artemis depende de la decisión del Congreso estadounidense, donde hay legisladores más proclives a volver a la Luna y competir con el programa de exploración lunar de China.
¿Qué supone renunciar a Artemis?
La posible cancelación o modificación del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), un componente clave del programa Artemis, podría tener importantes repercusiones políticas, sociales y económicas.
Actualmente, el SLS da empleo a aproximadamente 28.000 trabajadores, principalmente en los estados de Alabama y Texas. Así que reducir o eliminar este programa podría afectar el empleo en estas regiones, lo que también generaría tensiones entre la administración y los legisladores locales.
Además, la competencia espacial con China está añadiendo presión a favor de mantener una presencia activa en la exploración lunar.
El gigante asiático, que ya ha conseguido traer a la Tierra muestras de suelo lunar mediante sondas, planea una misión tripulada de alunizaje para la década de 2030, y tiene planes para construir una base cerca del polo sur lunar con la cooperación de Rusia.
¿Son compatibles Marte y la Luna?
Para Janet Petro, que es la primera mujer en dirigir la NASA, es perfectamente compatible regresar a la Luna con conseguir que el ser humano llegue a Marte.
Sin embargo, su visión está amenazada por la provisionalidad de su cargo. Trump ya tiene otro candidato para liderar la agencia espacial estadounidense, el empresario multimillonario y astronauta comercial Jared Taylor Isaacman.
Que lo consiga depende de que el Senado, donde los republicanos tienen el control, confirme su nombramiento. Los planes de Isaacman son los mismos que los de Elon Musk: abandonar la idea de volver a la Luna para lanzarse a la conquista de Marte.
Mientras crece la incertidumbre, de momento, ya se ha producido la salida de cuatro altos funcionarios de la NASA, se han cancelado algunos simposios científicos y la NASA ha paralizado cualquier decisión sobre sus grandes proyectos y misiones espaciales.