Trump, el Acuerdo de París no es negociable
Mientras que Estados Unidos reivindica su decisión de abandonar el Acuerdo de París, la opinión internacional continúa apuntalando el tratado que debe mitigar los efectos del calentamiento global. Esta semana han salido al paso España y el G7.
La secretaria de Estado de Medio Ambiente, María García Rodríguez, compareció ayer en la Comisión para el estudio del cambio climático en el Congreso. Allí detalló las medidas que debe de tomar el Gobierno para hacer frente a los efectos del calentamiento global y aprovechó para mostrar el compromiso de España con el Acuerdo de París. "Ni tiene marcha atrás ni es negociable", dijo.
Rodríguez ensalzó el liderazgo que ha asumido Europa tras la decisión de Estados Unidos de abandonar el tratado. El objetivo a medio plazo es reducir en al menos un 40% los gases de efecto invernadero respecto a los niveles de 1990.
"Estamos convencidos de que la transición hacia una economía baja en carbono supone también una clara oportunidad para todos nuestros sectores, tanto administración, como el sector privado y sociedad civil; aquellos países que se sitúen a la cabeza de esta transformación contarán con una clara ventaja competitiva y España no puede quedarse atrás", declaró la secretaria de Estado.
España debe reducir un 26% sus emisiones
En esta legislatura aún hay mucho trabajo por hacer, y en las venideras. España debe reducir en un 26% sus emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030, lo que supone triplicar el esfuerzo actual. El Ministerio tratará de cumplir con esta meta elaborando, junto con la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, un Plan Nacional de Energía y Clima.
En este camino hacia la "descarbonización", en referencia a la disminución del dióxido de carbono (CO2), tendrán mucho que ver los ciudadanos. “Tenemos que seguir trabajando para que la sociedad española conozca y entienda qué consecuencias tienen nuestros actos cotidianos en la generación de emisiones de CO2", puntualizó María García Rodríguez.
El Gobierno abrirá en las próximas semanas un proceso de consulta público antes de la redacción del anteproyecto de la futura ley.
EE.UU. ahora desoye los compromisos del G7
El domingo y ayer, lunes, se reunieron los ministros de medio ambiente del G7 -los siete países más relevantes del mundo- en Bolonia. Todos, excepto el norteamericano Scott Pruitt, que acudió sólo a las primeras horas de la cumbre y después se trasladó a Washington para asistir a una reunión de su gabinete.
En esas escasas horas de asistencia y a través de un comunicado, Estados Unidos se negó una vez más a adherirse a la promesa del Acuerdo de París. La nota de EE.UU. prioriza las necesidades domésticas frente a las de sus socios, aunque acaba garantizando que buscará "un ambiente saludable".
El Ministro de Medio Ambiente de Italia, Gian Luca Galletti, declaró que el acuerdo es "irreversible y el único instrumento posible para combatir el cambio climático". El G7 asumirá un diálogo constructivo con Estados Unidos pero siempre arreglo a los parámetros de París. "Todo lo demás para nosotros está excluido", concluyó Galletti.