Trucos para conservar mejor las frutas y verduras en verano
El verano se presta para aumentar el consumo de frutas. La oferta de frutas y verduras de temporada es enorme y a cuál más rica, pero las altas temperaturas hacen que maduren antes y se estropeen. ¿Qué podemos hacer?
La recomendación de 5 piezas de fruta y verdura (mínimo) es mucho más fácil de cumplir en verano. Es una buena opción para comer más saludable y también para estar más hidratados. La cantidad de agua, vitaminas y otros nutrientes de las frutas serán nuestros aliados contra la deshidratación. Pero como no se puede tener todo… estas altas temperaturas hacen que maduren antes y, quizás, terminen en la basura. Tenemos que luchar contra el desperdicio alimentario y, por supuesto, contra el desperdicio económico.
Aquí van algunas claves.
Lista de compra y compra racional
Es mejor ir dos veces al mercado que cargar con toda la fruta que piensas que vas a comer… y quizás no sea así. Así que revisa tu frutero, haz una lista y, si es posible, un cálculo aproximado de lo que vas a comer. Lo más racional sería no acumular más de lo que vayas a comer en dos o tres días (que es bastante). Por supuesto, compra frutas y verduras de temporada.
En la compra y en la nevera, diferencia entre frutos climatéricos y no climatéricos
Las frutas climatéricas “siguen respirando” una vez han sido recolectadas. En esta categoría están las peras, manzanas, melocotones, plátanos o tomates. Esto es importante a la hora de hacer la compra porque puedes elegir piezas en diferentes estados de maduración. Ellas solas seguirán madurando. Las frutas no climatéricas como los cítricos, uvas, fresas, cerezas… no maduran después de la recolección, si las compras verdes, verdes se quedarán hasta que se empiecen a estropear, por eso la compra de estas frutas debe ser más ajustada al consumo.
A la hora de colocarlas en casa, no pongas cerca unas con otras, porque las climatéricas harán que las no climatéricas se estropeen antes.
Seguro que hace mucho que no compras frutas en bolsa, pero si no hay opción, la bolsa de plástico hay que retirarla y guardar las piezas sin bolsa. El plástico siempre tendrá que reciclarse en el contenedor amarillo.
¿Todo a la nevera?
¡No! Es cierto que la nevera hace que duren más, pero no todas las frutas deben ir allí ni pueden quedarse eternamente. Ni a los cítricos ni a las frutas tropicales como los plátanos o piña les viene bien la nevera, se estropean antes y pierden sabor. Lo mismo le ocurre al tomate, para potenciar su sabor, debe permanecer lejos del frío. Como sabemos que el tomate es climatérico, podemos comprar piezas más maduras las que se vayan a consumir en el momento y verdes para que vayan madurando.
El mejor lugar para guardarlo: fresco y oscuro
Esta fruta que no está en la nevera, se conservará mejor en un lugar fresco seco, ventilado y sin demasiada luz, como una despensa. Esto ralentiza la maduración y conserva el sabor.
¿Podemos congelar la fruta?
La fruta no suele tener una buena textura cuando la descongelamos, aunque en el siguiente punto te doy un truco con los plátanos maduros. En cambio, podemos adquirir frutas ya ultracongeladas como los frutos rojos y así consumirlos cuando quieras. El tomate se puede congelar entero siempre que lo vayas a utilizar para salsas o gazpachos.
No todo lo maduro va a la basura
Revisa la fruta antes de tirarla, ese plátano muy maduro se congela estupendamente y puedes hacer un helado riquísimo con él. Si la pieza tiene moho olvídate, la seguridad ante todo y tocará tirarlo, pero si sólo está maduro, sin lesiones evidentes, puedes aprovecharlo para compotas, batidos o mermeladas.
Guardar fruta húmeda o cortada
Es muy buena opción para aumentar el consumo de frutas como la sandia o melón, el cortarlas en piezas y dejarlas en la nevera. Cada vez que la abras, te encontraras ese trocito tan apetecible. Pero la fruta cortada pierde su protección, así que no lo dejes más de dos días allí y nunca de los nuncas lo lleves cortado si vas a pasar el día fuera con calor. Es un candidato idóneo para que las bacterias disfruten de ellas. Por supuesto, tampoco compremos fruta cortada en venta ambulante o en lugares que no permitan que esté refrigerado.
Comer fruta siempre es un placer, y en verano, aún más. Evitar que se estropee sólo requiere un poco más de atención.