3 escapadas gastronómicas para disfrutar con el paladar del Puente del Pilar
Te presentamos tres sugerentes propuestas para estos días de fiesta que se avecinan, con las que podrás conjugar el placer de la buena mesa con la visita a lugares interesantes llenos de historia.
Los primeros compases del otoño nos brindan la oportunidad de volver a disfrutar de platos calentitos, suculentos y reconfortantes. Este puente del Pilar es una ocasión inmejorable para desconectar unos días, salir a recorrer lugares desconocidos (o reencontrarnos con ellos) y disfrutar de una mesa puesta de la mejor gastronomía del país.
Nuestras 3 escapadas gastronómicas para el puente
Las opciones son inabarcables, así que nos hemos centrado en tres propuestas que sacan todo el jugo a los productos de temporada y que son emblemáticos en sus respectivos territorios. Sabores inolvidables, como los paisajes que tendrás que recorrer para poder descubrirlos. ¡Toma nota!
Almansa, en Albacete: gazpacho manchego
Nada de confundirlo con la afamada sopa fría típica de Andalucía. El gazpacho manchego es una receta tradicional realizada con carnes de caza, como perdiz, liebre o conejo de campo, caracoles y con tortas cenceñas , un tipo de pan ácimo, es decir, sin levadura.
Es un guiso contundente que conviene acompañar de un buen vino tinto de la Denominación de Origen Almansa , precisamente la zona de la que este plato es originario, y que cuenta con excelentes caldos provenientes de las variedades de uva Monastrell, Cabernet Sauvignon o Garnacha . Como aperitivo, siempre es un placer degustar una buena tabla de quesos manchegos (y hacer acopio para llevarse a casa).
Esta escapada gastronómica por las tierras de Don Quijote es una gran ocasión para disfrutar también de los numerosos encantos de la zona. En particular, el castillo de Almansa, que se erige sobre el Cerro del Águila y data de finales del siglo XIII, si bien su construcción original se remonta a la época musulmana.
En las proximidades, en el término municipal de Ayora , ya en la vecina provincia de Valencia , es posible visitar el poblado ibérico Castellar de Meca , con sus singulares aljibes y caminos excavados en la roca (solo abre los domingos, desde las 9 de la mañana hasta las 14 horas). La subida al yacimiento esconde otra sorpresa: una vista panorámica inigualable del valle de Cofrentes a más de mil metros de altitud.
Segovia: juez de la Granja
Estas alubias blancas de gran tamaño, cultivadas tradicionalmente en la provincia de Segovia, son la base de una receta que se prepara con suculentas chacinas de la zona, como chorizo, morcilla, punta de jamón serrano y pies y oreja de cerdo.
Los jueces de la Granja se pueden acompañar de una sencilla ensalada de lechuga. Para rematar la faena, una apuesta segura es terminar la comida con una porción de riquísimo ponche segoviano (un bizcocho relleno de crema y cubierto de mazapán caramelizado) o unas humildes pero infalibles rosquillas de palo.
Disfrutar de estos emblemáticos manjares puede ser la excusa perfecta para visitar la bella ciudad de Segovia y descubrir su Alcázar o su impresionante acueducto romano . Otras opciones, sin duda interesantes, son la hermosa villa medieval de Pedraza o la propia Granja de San Ildefonso , de la que el plato que nos ocupa toma su nombre, y que es famosa por su palacio y sus fastuosos jardines.
Lorca, en la Región de Murcia: tortada lorquina
Ninguna comida está completa sin un colofón en forma de dulce. Y en Lorca (Región de Murcia) tienen una receta sólo apta para los muy golosos . Se trata de la tortada lorquina, un bizcocho genovés bañado en almíbar, relleno de crema pastelera, cabello de ángel y almendras, cubierto de merengue tostado y guindas.
Para compensar tal delicioso exceso gastronómico, un buen plan es acercarse caminando a la Fortaleza del Sol, un antiguo castillo medieval desde el que contemplar la ciudad que se extiende a sus pies, y que ha sido rehabilitado como espacio temático . En el mismo recinto amurallado es posible visitar la judería y la sinagoga de Lorca, una joya patrimonial del siglo XIV que se considera única en España al no haber sido convertida a ninguna otra religión.
A la vuelta, tras visitar el casco viejo de la también conocida como “ciudad de los cien escudos” , y para recuperar los niveles de glucosa, nada mejor que hacerse en cualquier confitería de la zona con un buen alijo de "chochos" (avellanas). peladas recubiertas de un glaseado de azúcar) y picardías (avellanas envueltas en caramelo crocante). Durante la Semana Santa de Lorca, declarada de Interés Turístico Internacional, los "chochos" se venden de color blanco o color azul, en honor a las dos cofradías más populares –y eternas rivales– de la Ciudad del Sol.