Tras la emergencia por sequía en Cataluña, ¿cuál es la situación en el resto de España?
Las sequías, cada vez más frecuentes e intensas, están modificando el paisaje del país y amenazan con extender las restricciones de agua a otras partes del territorio, como sufren ya catalanes y andaluces.
Varias regiones de España están en situación de sequía meteorológica prolongada desde finales de 2022. Una situación producida por la falta de precipitaciones que, en Cataluña , ha llevado al Gobierno de la Generalitat a decretar el estado de Emergencia por sequía e imposición de restricciones en el consumo de agua en el ámbito doméstico, la industria, el ocio y el sector primario. No es el único territorio que las sufre.
En nuestro país están siendo especialmente palpables las consecuencias del cambio climático , que está provocando que los períodos de sequía sean, cada vez, más frecuentes e intensos. Las alteraciones que están produciendo en la vegetación del país son perceptibles incluso desde el espacio.
La NASA ya alertado del drástico cambio de color del paisaje en España, especialmente en Andalucía . Un ejemplo lo encontramos con las perturbadoras imágenes tomadas por el satélite Terra demuestran que lo que era verde en mayo de 2022, se volvió ocre justo un año después.
La sequía ha secado embalses y cultivos y ha provocado importantes restricciones de agua , que podrían extenderse por el país si la situación no mejora en los próximos meses. El panorama es preocupante.
Temperaturas anómalas y precipitaciones escasas
El año hidrológico 2022-2023 se saldó nuevamente con precipitaciones a la baja, y fue el tercero más seco desde que hace 60 años comenzaron a realizar registros. Sobre todo, en Cataluña, la Comunidad Valenciana y Andalucía.
En el conjunto del país llovió un 16% por debajo de lo normal, mientras que la temperatura alcanzó los 15,2 ºC en la península (1,3 °C por encima de la media); 18 ºC en Baleares (+0,9 respecto a la media) y 19,8 ºC en Canarias (+1,4).
La situación no ha mejorado en las últimas semanas, sino todo lo contrario. El pasado mes de diciembre fue especialmente seco, con precipitaciones un 53% inferiores al valor medio en el periodo de referencia 1991-2020.
Por si fuera poco, enero ha dejado temperaturas anómalas para estas fechas en más del 40% del país. En el puerto de Navacerrada, en Madrid, donde sería normal encontrar el termómetro bajo cero, se han registrado hasta 17ºC.
También se han batido récords por altas temperaturas en provincias como Ávila, Segovia, Teruel, Albacete y Murcia, y en zonas de Andalucía y la Comunidad Valenciana.
Las Unidades Territoriales de Sequía pasan de 35 a 50
Las Unidades Territoriales de Sequía (UTS) son áreas geográficas que se delimitan sobre la base del comportamiento de la sequía en un territorio determinado. Estas unidades se establecen para facilitar la gestión y el monitoreo de los efectos de la sequía, así como para implementar medidas de prevención, mitigación y adaptación.
Las UTS suelen definirse considerando diversos factores, como la disponibilidad de agua, la demanda de recursos hídricos, las características climáticas y geográficas, así como la vulnerabilidad de las comunidades y los ecosistemas a la sequía.
En enero, el número de UTS en situación de sequía prolongada ha pasado de 35 a 50 en España. La extensión geográfica que abarcan alcanza ya el 17,1% de la superficie del país. Son las Cuencas internas de Cataluña (18), las Cuencas Mediterráneas Andaluzas (12), las del Guadalquivir (7), del Ebro (6), del Júcar (5), del Guadiana (1) y Tinto, Odiel y Piedras (1).
Problemas de atención a las demandas de agua
Similares a las UTS, las Unidades Territoriales de Escasez (UTE) se delimitan con base a la disponibilidad y demanda de agua en un territorio determinado. Es decir, se utilizan en el ámbito de la gestión de recursos hídricos para identificar áreas geográficas donde existe una escasez significativa de agua.
Las UTE se definen considerando varios factores, como la disponibilidad de recursos hídricos superficiales y subterráneos, las necesidades de abastecimiento para uso doméstico, agrícola o industrial.
Para cada UTE existen escenarios de Normalidad, Prealerta, Alerta o Emergencia, como ha ocurrido en Cataluña, cuando las reservas hídricas descienden por debajo del 16%.
Riesgos para el abastecimiento humano no sólo en Cataluña
Las limitaciones al consumo de agua por parte de la población no se circunscriben sólo a Cataluña. En otras partes del territorio español también se ha activado la fase de Emergencia, lo que comporta restricciones para los habitantes afectados.
Son los que se abastecen del Consorcio de Campo de Calatrava (36400 habitantes), la Mancomunidad de Gasset (101 600 habitantes) o del embalse de la Cabezuela (43000 habitantes).
En la zona sur de la provincia de Badajoz, los afectados son quienes obtienen el agua de las Mancomunidades de Llerena y los Molinos (83000 habitantes) y la Mancomunidad de Tentudía (20500 habitantes).
Todos ellos pertenecen a la Demarcación Hidrográfica del Guadiana, donde hay embalses al 3% de su capacidad o completamente vacíos. Se trata de una de las situaciones más difíciles que vive el país.
Lo mismo sucede en la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir para un total de 1,9 millones de habitantes de las provincias de Jaén, Córdoba y Sevilla, quienes también se encuentran en situación de Emergencia. En el municipio sevillano de Casariche, por ejemplo, sufren cortes de agua de 16 horas al día.
Las próximas semanas son claves para saber si las esperadas lluvias supondrán un respiro para las reservas de agua del país o, si la situación de Emergencia se extenderá por esta, cada vez, más seca piel de toro.