La DANA va a inyectar polvo sahariano, lluvias de barro a la vista
A medida que se aleje hacia el suroeste, la DANA arrastrará una masa de aire africana que entrará en la Península por el este con niveles elevados de polvo en suspensión.
Tenemos sobre la vertical de la Península una DANA relativamente profunda y que con el paso de las horas está empezando a verse también reflejada en niveles bajos, especialmente en el campo de presión y vientos de superficie. En muchas zonas ya se nota este efecto al traducirse en un incremento del viento, que ahora mismo sopla del norte con fuerza en zonas del interior.
Con el progresivo desplazamiento de la depresión hacia el suroeste, los vientos girarán progresivamente a este o sureste en buena parte del territorio peninsular, con rachas fuertes en puntos de la mitad sur e incluso muy fuertes en el Estrecho. Este flujo arrastrará una masa de aire a través del Mediterráneo de procedencia africana, por lo que se producirá un ascenso notable de las temperaturas, que en este lunes han sido muy bajas e incluso negativas en algunas capitales del interior.
Llegada de una masa de aire de origen africano
Cabe esperar, por tanto, que las nevadas remitan y las temperaturas vuelvan a ascender. Pero la inestabilidad no va a desaparecer, por lo que seguirán produciéndose precipitaciones y algunas tormentas en áreas de la vertiente mediterránea. Todavía se registrarán precipitaciones débiles en zonas montañosas del interior peninsular, ya en forma de lluvia, que acentuarán el deshielo de las copiosas nevadas caídas en horas anteriores.
Pero este aire de procedencia africana que sustituirá a la masa de aire frío y húmedo actual, no sólo vendrá con temperaturas más elevadas y humedad recargada en el Mediterráneo. También arrastrará polvo en suspensión procedente del desierto del Sahara, levantado por los fuertes vientos que soplan en esa zona y atrapado por la circulación de esta DANA que lo hará pasar por encima de la Península Ibérica.
Precipitaciones en forma de barro estas próximas horas
En principio no se tratará de un episodio especialmente intenso de calima, pero sí se notará en la visibilidad y la nitidez del cielo. La concentración de polvo en suspensión superará los 100 microgramos por metro cúbico de aire en buena parte de la península, de hecho en zonas de la Comunidad Valenciana, este de Castilla-La Mancha y proximidades de los sistemas Central e Ibérico así como en Pirineos, podrían llegar a superarse los 200 microgramos por metro cúbico.
Cuando el polvo de origen sahariano se combine con esas lluvias y chubascos que continuarán produciéndose en algunos puntos, dará lugar a precipitaciones en forma de barro en puntos del este y sur peninsular. Esta situación tenderá a remitir a partir del miércoles, al retirarse progresivamente las precipitaciones, e ir disminuyendo poco a poco la concentración de polvo en suspensión.