Eta sigue 'con vida' tras dejar más de 100 víctimas en Centroamérica
El huracán Eta provocó inundaciones, corrimientos de tierras, marejadas ciclónicas, muertes y grandes destrozos materiales a su paso por Nicaragua y Honduras. Ahora llegará a Cuba y Florida como tormenta tropical.
Nuevamente, Centroamérica fue noticia de portada en los medios de comunicación, esta vez no por las caravanas de emigrantes hacia Estados Unidos, huyendo de la pobreza y de las mafias La causante en esta ocasión ha sido la naturaleza, que provocó un desastre de grandes proporciones, que en muchas áreas de Honduras recordó tristemente al gran huracán Mitch, que azotó las mismas zonas en 1998, superando los 10.000 muertos en toda América Central.
El protagonista de esta triste historia ha sido el huracán Eta, decimosegundo de esta temporada y que alcanzó la costa atlántica de Nicaragua siendo ciclón de categoría 4 en la madrugada del martes 3, con vientos de 225 km/h. Además, hasta la fecha es el huracán más fuerte de esta temporada, que está empatada con la del año 2005 como la más activa de la historia.
Inundaciones, deslizamientos y mareas ciclónicas
Los países más afectados fueron Nicaragua, Honduras y Guatemala, tras el paso del huracán Eta, ya convertido en depresión tropical tras tocar tierra. Junto con su fuerza, otro elemento que ayudó a potenciar sus efectos fue su perezoso caminar por tierra, dando más tiempo a que las precipitaciones se acumularan.
A su llegada a la costa de Nicaragua provocó marejadas ciclónicas con un aumento del nivel sobre su valor normal de entre 4 a 6 metros, además de grandes olas. Las lluvias superaron los 500 l/m2, con vientos mantenidos de más de 120 km/h.
Eta entró en Honduras por el sur, como una tormenta tropical el miércoles 4 y salió por su frontera norte como depresión tropical un día después. Aquí las precipitaciones medias se han calculado entre los 400 a 600 l/m2, con zonas puntuales que han superado los 800 l/m2 en las zonas montañosas. Honduras añadió un peligro más a todos los meteorológicos, su gran orografía, siendo el país más montañoso de la zona, por lo que los ríos crecieron muy rápidamente, provocando grandes avenidas, inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.
La mayor presa del país, la Central Hidroeléctrica Francisco Morazán, encargada de producir una parte muy importante de la energía eléctrica del país, además de controlar las inundaciones, tuvo que abrir sus aliviaderos para impedir ser desbordada por la crecida.Otro símbolo de la destrucción de este huracán ha sido el histórico Puente Negro, el puente ferroviario de Potrerillos, inaugurado en 1923 y destruido por la fuerza del agua.
En la actualidad ya no estaba en uso por desaparecer el ferrocarril del norte, pero sí era utilizado por los residentes de la zona. Resistió los mortíferos huracanes Fifí-Orlene en 1974 y el terrorífico Mitch en 1998, pero no pudo aguantar la embestida que dejó a su paso el poderoso Eta.
Eta podría volver a convertirse en tormenta tropical
Los restos de este huracán, convertido ya en depresión tropical, tienen una nueva oportunidad de sembrar el terror al salir al mar Caribe, cuyas aguas se encuentran todavía muy cálidas y pueden provocar una reanimación de este mortal ciclón que ha dejado una estela de destrucción a su paso por América Central.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos indicó el viernes que Eta se reorganizará y aumentará de fuerza pasando a tormenta tropical en su rumbo hacia Cuba, a la cual se espera que llegue a lo largo de la tarde de hoy, provocando fuerte oleaje, con vientos racheados de 100 a 120 km/h e importantes precipitaciones.
El pronóstico es que gire hacia el noroeste y se dirija a la península de Florida, donde podría impactar a lo largo de la noche del domingo o madrugada del lunes en la zona de los Cayos, con vientos de 80 a 100 km/h, grandes olas y precipitaciones entre 150 a 250 l/m2.