Terremotos: ¿por qué tiembla el planeta Tierra?
Los terremotos son fenómenos naturales aterradores, pero fascinantes. Aquí te explicamos por qué la Tierra tiembla y cómo podemos entender y prevenir estos eventos catastróficos.
Los terremotos, también conocidos como sismos, son uno de los fenómenos naturales más impactantes y temidos por la humanidad. Estos eventos, a menudo catastróficos, han dejado su huella en la historia, y su comprensión es esencial para la seguridad de las comunidades en todo el mundo.
En este artículo analizaremos las causas subyacentes de los terremotos, y también explicaremos cómo podemos entender y prevenir los efectos de estos eventos devastadores.
Así se producen los terremotos
La Tierra es una estructura dinámica compuesta por placas tectónicas que flotan sobre una capa de roca fundida llamada astenosfera. Estas placas están en constante movimiento debido a la energía liberada por el calor interno del planeta.
Si estas dos placas se deslizan una contra la otra, se separan o chocan, se acumula tensión en los bordes de las placas. Esta tensión se libera en forma de ondas de energía sísmica, lo que experimentamos como un terremoto.
Distintos tipos de sismos
Existen dos tipos principales de terremotos: los terremotos tectónicos y los terremotos volcánicos. Los terremotos tectónicos son los más comunes y ocurren debido a la interacción de las placas tectónicas.
Por otro lado, los terremotos volcánicos son causados por la actividad volcánica y las erupciones. No suelen ser tan intensos como los de origen tectónico.
Así se mide la magnitud de los terremotos
Los sismógrafos son los dispositivos que registran la vibración de la Tierra. Dependiendo del tipo de onda del sismograma se obtiene una escala de magnitud diferente (ML, Ms, mb, Mw). La más conocida es la magnitud local de Richter ML, que se usa sobre todo en terremotos locales (no más de 600 km). Esta escala clasifica los terremotos en función de su energía liberada, con valores que van del 1 a 10 o más.
Cuanto mayor sea la magnitud, mayor será la destrucción y el alcance de los efectos del terremoto. Los terremotos más pequeños pueden pasar desapercibidos, mientras que los más grandes pueden causar devastación a lo largo de cientos de kilómetros. Por otra parte, la escala de Richter, o escala de magnitud local (ML), es la escala logarítmica más conocida
No es lo mismo magnitud que intensidad
Aunque se suelen confundir, conviene recordar que la magnitud indica la medida del tamaño de un terremoto y no cambia con la distancia al epicentro. En cambio, la intensidad señala la forma en que ha sido sentido un terremoto y el grado de daño que ha causado en un determinado lugar, disminuyendo conforme nos alejamos del epicentro
Prevención y preparación son vitales
La prevención de los terremotos es prácticamente imposible, ya que se deben a fuerzas naturales imprevisibles a día de hoy. Sin embargo, la preparación y la mitigación de riesgos son esenciales para minimizar los daños y salvar vidas. Los edificios resistentes a terremotos, sistemas de alerta temprana y planes de evacuación son algunas de las medidas que pueden ayudar a las comunidades a enfrentar mejor estos eventos.
Algunas regiones del mundo son más propensas a los terremotos debido a su ubicación en las placas tectónicas. El "cinturón de Fuego" del Pacífico es una de las áreas más activas y con mayor riesgo de terremotos y actividad volcánica. Los sismólogos utilizan la investigación y la recopilación de datos para prever la actividad sísmica, aunque la predicción precisa aún es un desafío.
No hay que olvidar el papel que juegan la investigación y la educación
La investigación y la educación son esenciales para la seguridad de las comunidades en zonas sísmicas y, con el tiempo, podemos aprender a convivir de manera más segura con la impredecible naturaleza de la Tierra.
Los terremotos son el resultado de la asombrosa actividad geológica de nuestro planeta. Si bien no podemos evitar completamente estos fenómenos naturales, podemos comprender sus causas, prepararnos y tomar medidas para reducir los riesgos.