Temporales: lo que el viento -huracanado- se puede llevar
Son días complicados en lo meteorológico, en los que el viento está siendo uno de los grandes protagonistas debido a las borrascas Daniel o Elsa. ¿Qué precauciones debemos tomar? ¿Cuál es la verdadera fuerza del viento?
La fuerza del viento es más poderosa de lo que podemos imaginar y borrascas como Daniel o Elsa, protagonistas en estos últimos días del otoño, nos lo están haciendo saber. Más de 130 km/h se registraron ayer jueves en algunos puntos de Asturias, Cantabria o La Rioja por el paso de Elsa, valores similares a los que se pueden alcanzar en un huracán de categoría 1. Los fenómenos tropicales de estas características suelen llevarse por delante árboles, parte del tendido eléctrico, toldos, carteles que no están bien asegurados o causar daños en muelles. ¿Hasta qué punto pueden afectarnos a nosotros o a nuestros bienes los temporales de estos días?
Cuando el viento es capaz de levantarnos del suelo
Se estima que velocidades superiores a los 60 o 70 km/h pueden impedir que caminemos con normalidad por la calle, pero hacen falta valores muy superiores para que el viento consiga levantarnos del suelo, nos desplace o nos haga caer. Para que esto suceda serían necesarias velocidades de unos 140 km/h. Con este valor el viento podría levantarnos del suelo y a partir de los 150 km/h podría hacer que nos desplazáramos o incluso que cayéramos.
La escala Beaufort
En 1805, Sir Francis Beaufort creó la escala de la fuerza del viento que lleva su nombre. Su uso inicial estaba destinado a realizar mediciones en el mar, pero a partir del año 1850 esta escala empírica se adaptó a usos no navales. Está basada en la intensidad del viento y sus efectos sobre el mar, las olas y la fuerza del viento en tierra.
Esta escala establece, por ejemplo, que en su nivel 6, con velocidades de 39 a 49 km/h, ya tendríamos dificultades para mantener el paraguas abierto por la calle. A partir del 9, que comprendería velocidades de 75 a 88 km/h, habría daños en los árboles, ya no podríamos caminar con normalidad, se empezarían a dañar algunas construcciones e incluso algunos vehículos podrían ser arrastrados. En su último nivel, el 12, con vientos superiores a los 118 km/h, es decir, vientos huracanados, empezarían a volar vehículos, árboles, casas, techos y como comentábamos anteriormente, también personas.
El viento en la carretera
En condiciones de fuertes rachas de viento resulta imprescindible extremar la precaución al volante para evitar accidentes de tráfico. Por un lado, debemos tener cuidado con la pérdida de control del vehículo en zonas más expuestas al viento o cuando sopla de forma lateral. También cuando salimos de un túnel o un vehículo de grandes dimensiones genera un efecto pantalla sobre el nuestro. En ese momento el viento se interrumpirá, pero habrá que estar aún más alerta cuando salgamos de esa situación puntual, ya que la fuerza del viento que recibirá nuestro vehículo será aún mayor y puede pillarnos por sorpresa.
Las fuertes rachas de viento lateral pueden incluso llegar a volcar camiones. Y ojo, porque el viento también puede afectar de forma negativa a la distancia de frenado. Lo único positivo es que puede hacernos ahorrar combustible si lo llevamos a favor.
Es importante también tener mucho cuidado con los objetos que el viento traslada con fuerza de un lugar a otro. Estos objetos, como pueden ser bolsas o cartones, resultan aparentemente inofensivos, pero pueden convertirse en un gran problema en carretera al dificultar nuestra visibilidad al volante.
¿Cómo podemos protegernos?
En días de temporal debemos ser conscientes de todo aquello que tenemos a nuestro alcance en terrazas o balcones y que puede ser susceptibles de salir volando como toldos, macetas o antenas. Asegurar los objetos para que no nos causen daños ni a nosotros ni a terceros, alejarnos de cornisas y balcones, evitar parques o zonas arboladas, alejarnos de andamios o zonas de obra son algunas de las medidas que podemos tomar para no sufrir daños en este tipo de ocasiones.