Temperaturas que ni siquiera se ven en julio: ¿qué pasó en el norte de España y sur de Francia?
La borrasca Bert trajo a la Península y a algunas zonas de Francia un efecto Foehn muy destacable. La combinación de viento y orografía dio lugar a temperaturas nocturnas extremadamente altas para la época del año.
La ya difunta borrasca Bert no solo trajo un temporal singular de viento y oleaje, sino también una subida de temperaturas extraordinaria en algunas zonas, con valores nocturnos propios de pleno verano debido a una combinación de viento y orografía.
Aunque en la mayoría de casos las mínimas se dieron al final del día, en la noche del 24 a 25 de noviembre se dieron temperaturas inusitadamente altas en el norte de la Península y sur de Francia.
De madrugada las temperaturas alcanzaron valores de 25 a 27 ºC en el suroeste de Francia, en la cara norte de los Pirineos. En Galicia la noche fue tropical en zonas litorales de Pontevedra, A Coruña y Lugo, con temperaturas que no bajaron de los 20 ºC.
En algunos casos, los valores medidos durante la noche fueron propias o superaron los valores habituales en meses como julio y agosto. Es probable que no se hayan registrado récords, debido a que los registros mínimosse dieron al final del día y no por la noche.
Viento y montaña: el caprichoso efecto Foehn
Cuando el viento sopla más o menos perpendicular a una barrera montañosa, una parte del flujo se ve obligado a remontarlas. Al descender por la ladera contraria, el aire se recalienta y se “deshidrata”. Como resultado, el aire que alcanza los valles, tiene una temperatura superior a la que tenía antes de llegar a la montaña.
Esto se debe a que a medida que desciende por la ladera de la montaña, el aire se ve sometido a una mayor presión atmosférica, se comprime y aumenta su temperatura, sin mezclarse con el entorno. La presión atmosférica viene a ser el peso que ejerce una columna de aire sobre un determinado punto. Cuanta mayor altitud, menor es el peso y más baja la presión. Por ello, una masa de aire que desciende (pierde altitud) experimentará una presión atmosférica cada vez mayor.
En ocasiones, el efecto foehn produce precipitaciones persistentes en la ladera de la montaña donde incide el viento (barlovento) y ausencia de lluvias y nevadas a sotavento. Esto se conoce como sombra pluviométrica y lleva a cambios radicales en el paisaje en un espacio relativamente pequeño.
La "surada" de Bert fue la culpable
El efecto Foehn es el responsable de las disparatadas temperaturas registradas en la noche del 24 al 25 de noviembre en el norte peninsular y sur de Francia. La borrasca Bert generó de forma indirecta un temporal de vientos del sur en la Península, debido a la entrada de un frente frío y la formación de pequeñas bajas asociadas a Bert.
Los vientos del sur, al remontar la prominente orografía de la Cordillera Cantábrica y Pirineos, generaron un intenso efecto Foehn en el sur de Francia y algunas zonas costeras de la vertiente cantábrica.
Aunque puede resultar tentador atribuir un evento aislado como este al cambio climático, hay que tener en cuenta que el efecto Foehn depende de la distribución del viento respecto de la orografía. Eventos como este, han ocurrido siempre y son bien conocidos en la cara sur de los Alpes donde, algunos siglos atrás, el efecto Foehn se atribuía a problemas psicológicos, migrañas e incluso suicidios.