Nuestros embalses cierran el año con una recuperación relámpago
El inicio del invierno astronómico nos ha dejado un escenario positivo. La reserva hídrica se ha recuperado durante el último mes del año y ya se encuentra a casi el 45% de su capacidad.
Nuestro país ha sufrido una profunda sequía meteorológica desde el 1 de diciembre del pasado año hasta el 30 de noviembre de 2022. Durante este periodo, la acumulación de precipitaciones, en el cómputo global de España, alcanzó 160 litros por metro cuadrado menos de lo normal.
Esta situación se ha revertido ligeramente durante la última quincena del año gracias a las continuas borrasca que han golpeado a nuestro país. Estos fenómenos meteorológicos nos han regalado en promedio un total de 93 litros por metro cuadro, más de 5 l/m² de lo esperado para un mes diciembre.
Las abundantes lluvias han elevado el agua de nuestros embalses hasta el 44,9% de su capacidad, porcentaje superior al del pasado año (42,7%). Aunque estas lluvias alivian la situación de los embalses, no son suficientes para paliar por completo la situación de sequía meteorológica, sobre todo cuando aún nos encontramos con 9 puntos menos de la media del decenio (53,9%).
Precipitaciones escasas y altas temperaturas
La evolución y comportamiento de los embalases no sólo depende de las precipitaciones, factores clave como la temperatura y la radiación solar también repercuten en el equilibrio de la capacidad hidráulica almacenada: cuanto más calor hace, mayor es la velocidad a la que se evapora el agua.
Precipitaciones
El declive de los embalses está respaldado, entre otros factores, por las escasas precipitaciones que hemos sufrido durante este año. Los valores son tan nefastos que, hasta el momento, esta anualidad es considerada como el tercer año más seco de la serie histórica, tan solo superado por 2005 y 2017.
Sin ir más lejos, durante el otoño, época más lluviosa en España, se han registrado acumulados en torno a los 152 l/m² en todo el conjunto español, es decir, un 24 % menos del promedio normal para la estación que suele situarse alrededor de 200 l/m².
Para hacernos una idea, todos estos datos sitúan al otoño de 2022 como el tercero menos lluvioso del siglo XXI y el decimicuarto más seco desde el inicio de la serie histórica.
Temperaturas
Los embalses también se resienten con las altas temperaturas, debido a que el calor roba el agua de los embalses mediante la evaporación. En climas cálidos o secos, como ya se está convirtiendo nuestro país, los embalses pueden llegar a perder una media anual de 2000 litros por metro cuadrado por evaporación.
Como ya hemos comentado, cuanto mayor sea la temperatura mayor facilidad tendrá el agua para evaporarse y en España, este año, las temperaturas lo han puesto demasiado fácil.
A modo resumen, este año hemos vivido el cuarto septiembre más cálido a nivel global, octubre ha sido el tercero más cálido y noviembre de 2022 quedó datado como el noveno más cálido de su serie mensual.
Todo ello, convertirá, casi seguro, al 2022 como el año más cálido de la serie histórica de España.
Los embalses se recuperan poco a poco
A pesar de estos datos de infarno, las recientes lluvias que han llegado a nuestro país han propiciado un pequeño ascenso en la reserva hidráulica española.
Para ser exactos, la reserva hidráulica actual alcanza los 25.193 hm³, un valor que se ha incrementado durante la última semana en un 1.641 hm³ (el 2,9 % de la capacidad total de los embalses), con variaciones entre -2 hm³ en Cantábrico Oriental y 424 hm³ en Ebro.
Estos datos son alentadores principalmente en la vertiente Atlántica, donde las precipitaciones han sido abundantes, sobre todo en Vigo, provincia que ha obtenido los mayores registros con hasta ahora 286,4 l/m2 .
Previsiones futuras
Desgraciadamente, durante las próximas semanas auguramos un nuevo descenso en el volumen de agua embalsada en España. Este pensamiento viene infundado principalmente por la previsión de temperaturas por encima de lo normal en la mitad sur peninsular y en Cataluña, y en un notable descenso de precipitaciones en la mitad este peninsular y en Galicia.
La segunda semana de enero tampoco nos traerá buenas noticias, parece que los modelos muestran una clara señal de un tiempo más caluroso de lo habitual en todo el país mientras que, hasta el momento, no existe una evidencia clara de posible precipitación.