Así están los embalses tras un octubre muy cálido, ¡preocupa mucho el sur!
Nuestras reservas de agua sufren un nuevo descenso tras un octubre muy cálido e irregular en precipitaciones. Preocupa la situación en el sur peninsular, donde la cuenca del Guadalquivir se encuentra en una situación extrema de sequía.
Como sucedió en el mes anterior, en algunas comarcas peninsulares e insulares las precipitaciones han sido muy cuantiosas, mientras que en otras zonas de la Península nuevamente ha llovido muy poco o prácticamente nada.
Con esta situación es complicado encontrar algún período general de precipitaciones, por lo que nos centraremos en el episodio que transcurrió desde el 19 al 22 de octubre, que tuvo una mayor extensión y podría haber beneficiado a más cuencas.
Más de 700 l/m2 en algunas zonas del oeste de Galicia
En este mes y para observatorios principales peninsulares, la máxima cantidad de agua recogida son los 311,5 l/m2 del observatorio del aeropuerto de Vigo y con máximos en el oeste de Galicia que han superado los 700 l/m2.
Pero por el contrario, hay muchas zonas peninsulares donde ha llovido muy poco, destacando áreas de la parte más oriental de la cornisa cantábrica y del extremo sureste peninsular. Con todas estas particularidades, podemos considerar este mes como seco en el conjunto de las regiones.
Un mes de octubre con temperaturas de récord
Nuevamente el calor, aunque la sensación térmica no lo parezca, ha sido la nota dominante durante la mayor parte del mes, lo que ha llevado a la temperatura media a estar 3,1 ºC por encima de su valor normal para este mes. También las rachas de viento están siendo una variable muy importante y con cierta extensión, tanto temporal como espacial. El otro factor a tener en cuenta es la humedad relativa, que durante octubre se la puede considerar algo baja.
Por tanto, de las principales condiciones meteorológicas para la evaporación, todas han sido desfavorables para nuestros embalses. A pesar de tener todo en nuestra contra, por semanas la reserva de agua ha disminuido menos que la media de los últimos 10 años, excepto en la primera semana que lo ha hecho en mayor cantidad.
Por fin algunas cuencas en positivo
Como hemos visto anteriormente, durante octubre las lluvias han sido muy irregulares, con acumulados importantes pero relativamente poco extendidos espacialmente. Quizás el evento mencionado anteriormente haya sido el más generalizado de todas las situaciones que hemos tenido, acompañado por las grandes cantidades recogidas en el oeste de Galicia durante los últimos días del mes.
Los embalses que más se deberían haber beneficiado de estas situaciones de lluvias serían los de las cuencas del noroeste peninsular. La que más ha aumentado ha sido la de Galicia Costa, con una subida del 9,92%.
Uno de los embalses más beneficiados ha sido el de Barrié de la Maza, que durante este mes ha mejorado el 125%. Este pantano es de uso consuntivo, fue construido en 1958 y se encuentra en el río Tambre, en provincia de A Coruña, y está situado muy cerca de los máximos pluviométricos recogidos en el oeste de Galicia.
Situación crítica en el sur
Como sabemos, el problema de los grandes almacenamientos de agua es la pérdida por evaporación. Los factores que más influyen en ella son la temperatura, el viento y la radiación solar: en este mes de octubre todas han sido negativas, sobre todo las temperaturas y el viento, mientras que las horas de sol, al ir disminuyendo desde los máximos veraniegos, colaboran algo menos en la evaporación.
Como era de esperar, con la situación meteorológica predominante, nuevamente las cuencas que han recibido menor aporte hídrico y, que por tanto, han tenido disminución en el agua embalsada, son las del sur y sureste de la Península, siendo la más perjudicada la del Guadalquivir, con un descenso superior al 8%. Aunque la del País Vasco Interna ha sufrido un descenso cercano al 14%, ha sido debido a ajustes de datos no recogidos en anteriores meses.
Las lluvias otoñales, más necesarias que nunca
El otoño suele ser la estación más húmeda en buena parte del país, aunque la situación de nuestros embalses no ha mejorado mucho. La falta de precipitaciones generalizadas y abundantes nos mantiene de lleno en el problema de la sequía, con restricciones de agua en algunas regiones del país, que desgraciadamente se verán aumentadas en breve, si las lluvias otoñales de noviembre y diciembre no lo impiden.
Durante este mes las pérdidas se han reducido notablemente, con un descenso de tan solo 0,38% en el agua embalsada, que en estos momentos está al 32,17%, casi un 7% inferior a la misma fecha del año pasado, encontrándose actualmente un 17% por debajo de la media de los diez últimos años.
En una situación normal de finales de otoño, en las próximas semanas debería ir a más la inestabilidad, con el paso de frentes activos que alcanzasen el sur peninsular, pero de momento las perspectivas no son buenas para las cuencas meridionales que seguirán padeciendo una grave sequía.
En estos momentos la cuenca del Guadalquivir es la peor de todas con tan solo un 18,69% de su capacidad, siendo la más alejada de su media de 10 años la de Guadalete-Barbate, encontrándose por debajo algo más de un 32%.