¿Europa está cada vez más seca? La situación podría ser crítica en verano
Los datos muestran que el invierno pasado ha sido el más cálido en Europa desde que hay registros. Y la sequía afecta duramente a varios países en el centro oeste y sur del continente. Esta tendencia parece afianzarse a medida que pasan los años.
El invierno que acaba de terminar, ha sido el más cálido en Europa desde que hay registros. La temperatura promedio del continente ha estado 1,44 ºC por encima de la media de los inviernos de las últimas dos décadas. El de 2019/2020 fue el más cálido, con casi 1,4 ºC más que este invierno, que a su vez supera en 0,03 ºC a los inviernos europeos de 2015/2016 y de 2006/2007.
Gran parte del sur y el oeste de Europa se ha visto afectada por importantes anomalías en la humedad del suelo debido a este invierno excepcionalmente seco y cálido. Los datos de la misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) se han utilizado para controlar los bajos niveles de humedad del suelo en toda Europa y esa ha sido la conclusión.
Según el Servicio de Cambio Climático del proyecto Copernicus, especialmente en febrero de 2023, las altas temperaturas combinadas con la falta de lluvias hicieron que el oeste y el sur de Europa experimentaran condiciones más secas que la media, con varias regiones con muy bajos niveles de humedad del suelo. Esto predispone negativamente las reservas de agua para el próximo verano. En España, el nivel de las reservas apenas alcanza al 51 % del total posible.
Afecta a varios países
Los mapas que acompañan la nota muestran una imagen clara de la gravedad de la sequía que afecta a Europa centro-occidental este año. Los países más afectados por esta sequía son especialmente Francia, España, el Reino Unido y el norte de Italia, y suscitan preocupación por el abastecimiento de agua, la agricultura y la producción de energía, según señala un informe de ESA.
El satélite SMOS lleva un novedoso radiómetro interferométrico que capta imágenes de "temperatura de brillo". Estas imágenes se utilizan para obtener mapas globales de gran precisión de la humedad del suelo cada tres días, con una resolución espacial de unos 50 kilómetros. Con esa información se ha podido destacar que la mayor parte de Europa occidental experimentó una humedad del suelo por debajo de la media, alcanzando más del 4% en muchas regiones.
Pero en algunas partes de España y Turquía se déficit se ubicó incluso en 8% por debajo de la media. Aunque la vegetación y los cultivos al principio de la temporada de crecimiento aún no se han visto afectados de forma significativa, la situación actual podría volverse crítica en los próximos meses con el aumento de las temperaturas y la falta de precipitaciones persistente en la primavera de 2023.
La misión espacial detrás de los datos
Soil Moisture and Ocean Salinity (SMOS) es una de las misiones Earth Explorer de la ESA, que constituyen el elemento científico y de investigación del Programa Planeta Vivo. En sus más de 13 años en órbita, SMOS no solo ha superado su vida útil prevista y sus objetivos científicos originales, sino que la misión se ha prorrogado hasta 2025. El objetivo de este misión es comprender mejor cuáles son los efectos del factor humano sobre el planeta.
El fin último es aportar información que resulte útil para poner en marcha políticas adecuadas para actuar frente a la crisis climática y afrontar con la mayor eficacia posible retos medioambientales como los esbozados en el Pacto Verde europeo. La apuesta tecnológica para obtener información avanza en todo el mundo.
Su sólida tecnología hace que muchos de ellos se prolonguen mucho más allá de su vida útil prevista en órbita. La información es utilizada por muchos países más allá de la Unión Europea gracias a política de datos abiertos y gratuitos. El proyecto Earth Explorers es la suma de misiones, algunas activas y otras concluidas, que constituyen un sólido legado para el desarrollo de misiones operativas.