¡Las Ciencias Básicas son más necesarias que nunca! Averigua por qué
Esta celebración anual contribuye a la promoción de la paz y fomenta un intercambio de ideas sobre un tema de importancia universal, buscando, además, generar conciencia entre el público en general sobre la relación entre la ciencia y la paz.
La Semana Internacional de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo se celebró por primera vez en 1986, como una iniciativa no gubernamental que formaba parte del Año Internacional de la Paz. Fue una idea que tuvo mucho éxito, por lo que se volvió a repetir cada año, hasta que en 1988 la Asamblea General de la ONU la declaró “oficial”, teniendo lugar todos los años durante la semana del 11 de noviembre. Esta celebración viene precedida del Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, que se celebra el 10 de noviembre.
La Asamblea General anima a los Estados Miembros y a las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, instituciones, asociaciones y a los particulares a organizar conferencias y otras actividades que promuevan el estudio y la difusión de información sobre los vínculos entre el progreso científico y tecnológico y el mantenimiento de la paz y la seguridad.
Conoce la "Recomendación sobre la Ciencia y los Investigadores Científicos"
La ciencia es la herramienta que el ser humano ha creado tanto para comprender el mundo que le rodea, como para aplicar esos conocimientos en su beneficio. Los avances científicos nos permiten hallar soluciones a los nuevos desafíos económicos, sociales y medioambientales con los que construir un futuro sostenible. La ciencia tiene, además, un papel en la construcción de la paz al fomentar la cooperación internacional para alcanzar el desarrollo sostenible.
Por este motivo, en la Conferencia General de la UNESCO, celebrada en París en 2017, en el anexo II de las resoluciones tomadas se crea esa Recomendación. Establecida como un importante instrumento normativo tanto para codificar los objetivos y los sistemas de valores mediante los cuales debería operar la ciencia, también surgió para enfatizar que estos deben ser apoyados y protegidos para que prosperen.
La Recomendación promueve un estatus justo y apropiado de los investigadores científicos e informa de las políticas nacionales de ciencia, tecnología e innovación adecuadas y políticas para asegurar que las sociedades utilicen el conocimiento de todos los campos científicos de manera responsable.
¿Qué son las Ciencias Básicas para el Desarrollo Sostenible?
Tanto la Semana Internacional de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo como el Día Mundial que le precede, se enmarcan en el tema de celebración del Año Internacional de Ciencias Básicas para el Desarrollo Sostenible, que se inauguró oficialmente el pasado 8 de julio.
Si queremos alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que forman parte de la Agenda 2030 necesitamos más ciencia básica, ya que el porcentaje del gasto internacional en investigación dedicado a esta parte científica es escaso y cambia mucho de un país a otro, con variaciones que van desde cantidades menores al 10% de su gasto total en investigación y otros a algo más del 30%.
Estas Ciencias Básicas estudian los fenómenos de la realidad, basados en la investigación científica, forjando grandes avances en el campo de la medicina, la industria, la agricultura, el medio ambiente, las comunicaciones, los recursos hídricos, la planificación energética y la cultura.
Algunos de estos avances se han conseguido en las propiedades de la materia y la energía (física); matemáticas aplicadas para la descripción de fenómenos naturales (estadística); la relación de los seres vivos y su interacción con el medio en el que habitan (ecología) y estudio de los suelos y su historia (geología).
Disponer de una capacidad en ciencias básicas es beneficioso tanto para los países desarrollados como a los que están en vías de alcanzarlo, dado su potencial para fomentar el desarrollo sostenible y elevar el nivel de vida de las personas, ya que el fin último es procurar el bienestar y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos del planeta en aspectos tales como el acceso a la alimentación, la cobertura sanitaria y a las tecnologías de la comunicación.