Según el saber popular, ¿qué tiempo hará en diciembre?

En noviembre hablábamos de un posible mes seco y más caluroso de lo normal, ¿diciembre seguirá en la misma tónica? A continuación repasamos lo que nos adelanta el refranero.

Este mes el paisaje se viste de invierno. Estación de esquí de Poiana Brasov, Rumania. Foto:Ian Bell.


El próximo día 21 de diciembre será el de menor duración del año, coincidiendo con el inicio de la estación invernal, con sólo 9 horas y 17 minutos, a comparar con las 15 horas y 3 minutos que duró el día más largo, que fue el 21 de junio, lo que nos da casi una diferencia de 6 horas entre uno y otro.

Días de diciembre, días de amargura; apenas amanece, ya es noche oscura

En esta época del año, además de tener pocas horas de luz solar parece que el Sol calienta menos. Esto es debido al ángulo de incidencia de los rayos solares y al área de superficie terrestre que calientan.

El ángulo de incidencia de los rayos determina la insolación recibida por unidad de superficie. Los rayos perpendiculares se concentran en las zonas ecuatoriales; la misma cantidad de energía se reparte en superficies cada vez mayores a medida que aumenta la oblicuidad de los rayos solares, es decir, al desplazarnos hacia los polos.

Centrándonos en nuestra latitud media, comparando la inclinación con la que llegan al suelo los rayos solares en la época del solsticio de invierno, cuando la inclinación de los rayos es máxima y su poder calórico es mínimo, ya que se reparte la misma cantidad de energía en un área mayor, con la del solsticio de verano, donde los rayos están muy cerca de la perpendicularidad y se concentran en un área menor, con un rendimiento energético mucho mayor.Así que en nuestra latitud y para esas dos épocas del año, el área calentada es 6 veces mayor en invierno que en verano, por eso, la energía recibida es aproximadamente 6 meces menor.

Arriba la inclinación de los rayos solares según la latitud. Abajo la diferencia de superficie calentada por el Sol, en las latitudes medias, en ambos solsticios. Fuente: Fernando Llorente Matínez.



Si llueve por Santa Bibiana, 2 de diciembre, llueve tres semanas

Todo esto provoca en diciembre largas noches, con una gran pérdida de calor, con heladas casi generalizadas y con una ralentización de todo el ciclo biológico, temporada de reposo en la Naturaleza a la espera del resurgimiento primaveral, “en diciembre, leña y duerme”.

Durante los primeros días del mes suelen entrar los últimos temporales otoñales del atlántico que aportan precipitaciones, más o menos generales. Y con una sequía acumulada tan importante como la actual, estas jornadas podrían dar algo de alivio al campo y a los pantanos, “por la Virgen de Guadalupe, día 12, se empapa la tierra y el agua escupe”.

Hasta Navidad, no es invierno de verdad

Aún con estos buenos augurios, las situaciones anticiclónicas llegarán y pese a las noches frías y los cortos días, siempre se producirán algunas jornadas más templadas que nos hagan pensar que el frío invierno nos da un paréntesis, aunque suele ser de muy corta duración, “en diciembre un día templado, es que viene solapado”.

Estos momentos suelen producirse entre el paso de una borrasca y la siguiente, situación atmosférica que habitualmente está acompañada de vientos del sur y del suroeste, que unidos a la humedad alta provoca episodios de nieblas y de brumas, “la niebla de diciembre trae el Sur en el vientre”.

Finalmente, el “general invierno” llegará, y las primeras irrupciones fuertes del norte se suelen producir cuando el mes de diciembre está terminando, “el frío puede entrar de repente, entre Navidad y los Inocentes”.

Estos temporales son siempre fríos, más húmedos si están acompañados de vientos del noroeste, provocando importantes nevadas en buena parte de la Península, principalmente en su parte norte, “Pascuas nevadas, primavera con galas” y más secos, pero aún más fríos, si la entrada es del nordeste, las llamadas “siberiadas”, “en diciembre no hay valiente que no tiemble”.

Y llegados al final del mes despedimos al año con “San Silvestre, coge la capa y vete”.