¿Se podrían haber evitado los incendios de Australia?
Lo que empezó hace casi tres meses con algunos incendios aislados, se ha convertido en algo imposible de detener. ¿Qué ha fallado? Hacemos un análisis de la catástrofe.
Australia está viviendo los peores incendios de toda su historia. Empezaron de forma puntual hace unos meses, cuando el hemisferio sur aún estaba en primavera. Pocos días antes del inicio del verano, llegaron las primeras temperaturas superiores a los 40 grados, agravando la situación. Cuando llevamos casi dos semanas de enero, parece que no haya nada que pueda detener unos incendios calificados de monstruosos.
En los medios de comunicación, salvo algún caso muy puntual, Australia ha tardado en aparecer hasta que los incendios han adquirido una gran magnitud y los animales han empezado a sufrir las consecuencias. Koalas y canguros malheridos son un gran atractivo para la audiencia, y de esto son muy conocedores los editores. Estas llamas no nos dejan ver los más de 30 muertos que ha sufrido Perú esta semana por culpa de las inundaciones o la situación crítica que vive Zimbabue, con una sequía histórica que está dejando el país sin cosechas.
Viendo la evolución de los incendios en Australia, llega el momento de preguntarse si no se podría haber hecho algo para evitar llegar a la situación actual. No solo estamos hablando de un gran desastre ambiental, con millones de hectáreas consumidas, sino también de los millones de animales que han muerto, junto a las pérdidas humanas que empiezan a ser preocupantes.
Causas de los incendios
El motivo que ha provocado todos los incendios de Australia no es distinto a los que ocurren en España o en el resto del mundo. Por un lado, necesitamos conocer quién enciende la mecha en cada uno de los fuegos. El ser humano siempre suele estar detrás, bien por negligencias o por accidentes. Pero como en todos estos casos, también algunos son provocados. Las cifras son muy confusas, pero hay medios que hablan ya de 24 detenidos por provocar incendios, mientras otros dicen que son casi 200.
Pero a todo esto se ha sumado otro factor que parece que el cambio climático puede agravar más: la falta de lluvia. Australia vive su año más seco desde que tiene registros, dejando campos y bosques llenos de vegetación seca que puede actuar a modo de combustible en cualquier momento. Por si fuera poco, antes del verano sufrió una ola de calor inusualmente temprana, con días seguidos de temperaturas superiores a los 40 grados. En estas condiciones de baja humedad y altas temperaturas, los fuegos son mucho más violentos.
Un estudio premonitorio
Hace exactamente doce años, en 2008, un estudio independiente sobre cómo el cambio climático podía afectar a la economía de Australia, anunciaba algo que se ha acabado cumpliendo. Exactamente decía:
Este estudio solo viene a confirmar lo que todos sabemos acerca del futuro que nos aguarda el cambio climático: temperaturas cada vez más altas y periodos de sequía más prolongados. Esto hará que los incendios puedan ser más violentos.
Los incendios se apagan en invierno
Las herramientas que tenemos para apagar incendios en las épocas de más calor, tanto desde el aire como desde tierra, son útiles en caso de pequeños fuegos. Cuando los incendios son masivos y se descontrolan, la mayoría de veces solo puede esperarse un cambio en las condiciones meteorológicas, como la dirección del viento o la llegada de la lluvia, para proceder a su extinción.
Lo más efectivo es hacer una buena gestión de los bosques durante todo el año. Por este motivo se dice que los incendios no se apagan en verano, sino en invierno, haciendo una buena vigilancia y control de los montes. El abandono del medio rural ha hecho que cada vez el bosque esté más descuidado, haciendo que llegue el verano con una gran cantidad de combustible listo para arder.
En Australia se está poniendo en duda la gestión que se ha hecho con los incendios. Las manifestaciones se suceden no solo en el país, sino también fuera de sus fronteras. Los incendios, por mucha prevención que se haga, ocurren. Pero se pueden hacer cosas para ponerles freno. Solo se necesita inversión y una buena planificación durante todo el año. Algo que parece ha fallado.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, ha admitido que “hay cosas que se podrían haber manejado mucho mejor sobre el terreno” y ha anunciado, además, que se hará una investigación pública sobre la respuesta a los incendios. Es un calco a lo que sucede cada verano en California. Pero esta vez con una superficie mucho mayor.