Se acercan las borrascas ‘comenieve’, ¿qué son y cómo afectarán a España?
Tras las nevadas de las últimas jornadas el panorama meteorológico cambiará drásticamente en unas horas: desde el Atlántico llegan las temidas borrascas ‘comenieve’, que se llevarán gran parte de lo que ha caído.
La primera irrupción polar del año ha traído las primeras nevadas generalizadas en los principales sistemas montañosos de nuestro país, con espesores más destacables en el Pirineo y en la Cordillera Cantábrica, como suele ser habitual con estas entradas de noroeste. Una situación normal para la época, pero que no ha llegado hasta un mes después del comienzo del invierno climatológico.
Esto ha permitido que prácticamente todas las estaciones de esquí hayan podido abrir en las últimas horas y que los cañones estén funcionando a pleno rendimiento. Hasta hace muy pocos días pocas eran las que estaban en funcionamiento y recurriendo a los costosos (y polémicos) cañones de nieve. En definitiva, ahora muchas personas querrán disfrutar de los deportes de invierno.
Hipólito será la primera de una sucesión de borrascas y frentes ‘comenieve’
Sin embargo, parece que lo bueno no va a durar mucho. De hecho, el Atlántico se va a activar bastante en las próximas jornadas, y empezaremos a estar bajo influencia de las conocidas como borrascas ‘comenieve’, un término que ya nos está dando una pista de lo que puede suceder con este tipo de situaciones.
La primera será Hipólito, de la que ya hemos hablando en Meteored. Impulsará una masa de aire anormalmente cálido a partir de mañana, con un ascenso generalizado de las temperaturas y la llegada de precipitaciones desde el oeste. No serán muy cuantiosas, pero entre esto, una cota de nieve que se disparará y los vientos localmente intensos del sur-suroeste ya se llevarán bastante nieve en las zonas más bajas en las que ha cuajado.
Y esta situación se repetirá a lo largo de los siguientes seis o siete días, al menos. Irán llegando varias borrascas frente al oeste peninsular con sus frentes asociados, que canalizarán masas de aire de origen subtropical que se cargarán de humedad al deslizarse sobre el Atlántico. El otro rasgo principal de estas masas de aire es que son muy suaves, por lo que las temperaturas serán muy templadas.
Todos los efectos que tendrán en España
Si se cumplen las previsiones de nuestro modelo de referencia, entre las altas temperaturas, la lluvia y el viento se irá bastante nieve en las próximas jornadas en cotas medias y media-altas. En aquellos sectores afectados por el foehn este proceso puede ser aún más rápido. Por contra, en las cumbres o zonas altas bien expuestas a estos flujos sí que pueden seguir acumulando espesores considerables.
Con este panorama, habrá que vigilar las consecuencias del deshielo, ya que los ríos que nacen en las principales cordilleras de nuestro país pueden sufrir crecidas importantes debido a la nieve que se vaya fundiendo y a la propia lluvia, en caso de ser abundante. En estos casos la montaña se convierte en un auténtico lodazal.
Por otra parte, como ya hemos varias veces en los últimos años, cuando estas borrascas circulan bastante más al sur y se sitúan al sur o suroeste de la Península, pueden canalizar irrupciones de polvo sahariano que acaba depositándose en la nieve, empeorando drásticamente la calidad de la misma, perdiendo además su característico color blanco.
¿Llegarán episodios de frío intenso y nevadas abundantes en lo que queda de mes?
Las previsiones muestran que quizás podríamos tener algunas entradas de noroeste algo más frías en una semana, pero serían breves y no muy potentes. Más allá, el escenario más probable a día de hoy es que vuelva a imponerse un patrón de NAO + o de bloqueo anticiclónico en las inmediaciones de la Península, por lo que no serían buenas noticias, ya que salvo en las cumbres la nieve iría desapareciendo. Eso sí, la incertidumbre es alta.
Esperemos que no se cumpla lo que dibujan los mapas a día de hoy, porque salvo irrupciones polares breves y normales parece que en enero predominarán las temperaturas por encima de la media en bastantes zonas del país, y tendríamos que confiar en febrero o marzo, meses en los que las nevadas todavía pueden ser considerables o abundantes. Pero a corto y medio plazo, los ponientes o ábregos parece que harán bien su trabajo como ‘devoranieves’.