Se acerca una lluvia de estrellas: cómo, cuándo y dónde ver las delta acuáridas
¡Estamos de racha astronómica! Muy pronto podremos cazar alguna delta acuárida despistada en el cielo, aunque este año quizá sea algo más difícil. Aquí te contamos todo lo que tienes que saber.
Las delta acuáridas no son las estrellas fugaces más famosas ni brillantes. Sin embargo, suele ser una buena apuesta para los observadores y los amantes de la astronomía. Este año, las condiciones quizá no sean las mejores ,pero al estar en nuestro cielo muchos días, las posibilidades de observar alguna despistada aumentan.
¿Cuándo se producirá su máximo?
Aunque es una lluvia de estrellas algo “tímida”, se esperan alrededor de 25 meteoros por hora, una tasa de actividad más baja que en el hemisferio sur según el Observatorio Astronómico Nacional. Su pico máximo se alcanzará la noche del 30 al 31 de julio. En esta ocasión serán algo difíciles de cazar, puesto que la Luna se encuentrará en su fase creciente y dificultará mucho su observación.
Lo mejor será esperar hasta antes del amanecer, justo en el momento que la Luna desaparecerá para dejar paso al Sol. Que su máximo se produzca dos días antes del plenilunio del 1 de agosto no significa que ya no se verán más. Estarán rondando los cielos desde hoy hasta el 23 de agosto, así que la baraja de posibilidades aumenta mucho.
¿De dónde vienen?
Las delta acuáridas provienen del cometa 96p-Machholz que orbita alrededor del Sol cada 5 años. El radiante proviene de la constelación de Acuario, concretamente en la estrella delta, denominada Skat pero, ¿qué significa el radiante? Es la dirección de la cual parece provenir la lluvia de meteoros en el instante de su máximo.
El destello que tanto nos fascina se origina cuando los fragmentos del cometa viajan por el espacio y se cuelan en nuestra atmósfera, al igual que ocurre con otras estrellas fugaces. En el momento que entran, comienzan a desintegrarse a velocidades superiores a los 41 kilómetros por segundo, rasgando el cielo y dejando esas líneas incandescentes tan bonitas y efímeras.
¿Qué hay que hacer para verlas?
El lugar de observación es lo de menos, simplemente tiene que proporcionarnos un cielo oscuro. Lo mejor será ir a lugares con pocos obstáculos visuales y sin objetos o instrumentos ópticos a no ser que seamos profesionales. Los edificios altos, árboles y montañas serán las apuestas más fiables. Salir de la ciudad y evitar la contaminación lumínica nos ayudará mucho a acostumbrar nuestra vista y poder deleitarnos con el espectáculo de luces.
Como bien hemos dicho antes, provienen de la constelación de Acuario pero se pueden ver desde cualquier parte del cielo a partir de las 00:00 que es cuando el radiante se situará encima del horizonte. Lo más conveniente será dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en dirección opuesta a la Luna si la observación se hace cuando nuestro satélite aún está presente. Llegar media o una hora antes al lugar de observación puede ayudarnos a que nuestra visión se acostumbre a la oscuridad.