San Valentín: música para descubrir si eres meteorosensible
Vamos a hacer una prueba psicológica en este 14 de febrero. Hemos descubierto que María Villalón, Bruno Mars o Bono, de U2, son meteorosensibles en sus canciones de amor y desamor. ¿Y vosotros?
San Valentín es una de esas cosas que despiertan amor y odio casi en partes iguales. Bueno, llamémosle aburrimiento entre sus detractores. Hay personas que hoy ven pompas en el aire, a Cupido en cada esquina y que, seguro, esperan tener al menos una cena de celebración. De esas temáticas. Otras llevan la jornada con tedio, e incluso resquemor. Como la música es el lenguaje universal hoy queremos lanzar un mensaje de corcheas y semicorcheas, para que ambos bandos se sientan identificados. ¿Y qué tiene que ver esto con el tiempo? Bastante.
Las letras de las canciones se parapetan en amores y desamores que en sus buenos momentos disfrutan de días claros, y en los malos de viento, lluvia y tormenta. Hace unos días la cantante María Villalón saltó a la primera línea informativa tras ganar un conocido concurso de imitación. Su fama es bastante más longeva, de 2009, cuando la malagueña copó todas las radios con La lluvia. En la canción paseaba por aceras mojadas, sin huellas y con la lluvia como confidente: “guarda nuestro secreto”.
Este meteoro suele salpicar bastante, Leiva acabó con La Lluvia en los Zapatos hace apenas tres años. Y esto no pasa solo a nivel nacional, las gotas calan igual en el amor de todo el mundo, y además ayudan a llegar al estrellato. Que se lo digan a Bruno Mars, con It will rain. Sin luz solar, ni cielos despejados, sus ojos harán como las nubes, llover. Es ciencia.
La cantante Adele en el año 2011 quiso romper el estereotipo de la lluvia en las canciones y decidió prenderle fuego. Por mucho empeño que pusiera, apostamos a que no lo consiguió. Cambió su estado a gaseoso en Set Fire to the Rain.
Años antes el grupo U2 ya había intentado requebrajar el cielo con Electric Storm tras una relación sentimental tortuosa. Por lo visto en las jornadas de lluvia salían a pasear con sus parejas y, como el tema acabó mal, acabaron aplicando una solución drástica: romper el día con rayos y truenos. A los amantes de la meteorología les gustará la solución. A los integrantes de Supertrump no tanto, porque cada vez que llovía se les acababa el amor, tal y como declaraba la ochentera It’s raining again.
Compositores meteorosensibles
Muchos estudiosos de la psique han investigado la influencia del ‘mal tiempo’, y las horas de luz solar, en las personas. Al parecer, sí que hay evidencias suficientes para considerar que muchos somos ‘meteorosensibles’. El frío y la lluvia se relacionan con un bajo estado de ánimo; el sol y el calor con la alegría. Más allá de su vertiente poética, la relación del tiempo inestable con los momentos infelices tiene parte de ciencia. En general se debe a los niveles de serotonina, una hormona que regula nuestros estados de ánimo. La luz solar, además con su vitamina D, ayuda a que los niveles sean idóneos y nos hace más saludables. Y felices. Definitivamente, ¡los compositores deben ser muy, muy meteorosensibles!