¿Sabías que sólo conocemos el 10% de los océanos? La NOAA participa en un proyecto para explorar este 'mundo azul'

Las masas de agua oceánicas cubren más del 70% de la superficie del planeta, y aunque representan el 99% del espacio habitable en volumen, gran parte de este "mundo azul" todavía sigue estando inexplorado.

Fondo marino
La riqueza que albergan los fondos marinos son nuestro sustento de vida.

El 8 de junio se celebró el Día Mundial de los Océanos con un nuevo llamado a “despertar nuevas profundidades”. Esta fecha se celebra anualmente desde el año 2009, habiendo sido establecida por la Asamblea de las Naciones Unidas en 2008, para conmemorar las grandes masas de agua no continentales que ocupan el 70% de nuestro planeta.

Los océanos son nuestra fuente de vida y sustento, y también, la de todos los organismos terrestres. Esta lámina de agua salada es reguladora del clima, absorbe dióxido de carbono (CO2), produce buena parte del oxígeno que respiramos y es la despensa del mundo.

Los océanos proporcionan recursos naturales clave para nuestra supervivencia: alimentos, medicinas, biocombustibles y otros muchos. Ayudan al proceso de descomposición y eliminación de residuos. Son sumideros de gases contaminantes y en especial del carbono planetario.

Además, sus ecosistemas costeros actúan como amortiguadores para reducir los daños causados por los efectos de fenómenos atmosféricos adversos, como las tormentas o ciclones. Por tanto, la salud de los océanos y mares es esencial para la existencia humana y para la vida en la Tierra.

¿Tenemos un conocimiento suficiente del océano y los fondos marinos?

El 90% del océano de la Tierra está actualmente inexplorado y sólo se encuentra cartografiado el 30% del fondo marino total. Esto representa que tres cuartas partes están pendientes de ser representadas para facilitarnos una visión más global de la litología de más del 50% del suelo planetario.

A pesar de los grandes esfuerzos de las últimas décadas, hoy en día sólo conocemos aproximadamente un 10% de los océanos y mares del planeta.

La falta de un mayor conocimiento de los fondos marinos, sus especies y el funcionamiento de sus hábitats, hace que los organismos que viven en él corran el peligro de un futuro incierto. Se necesita una mayor investigación de este campo para poder promover unas medidas de conservación idóneas de la profundidad de los océanos y por ende, de nuestra fuente de vida.

Con este objetivo, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) lleva a cabo una colaboración internacional para "mapear las brechas" existentes en nuestro conocimiento del fondo marino. Esta iniciativa internacional se ha denominado Seabed 2030. Su objetivo es facilitar el mapeo completo del fondo del océano para el año 2030.

El proyecto Seabed 2030

El Proyecto Seabed 2030 de Nippon Foundation-GEBCO fue lanzado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos celebrada en Nueva York en 2017, y está alineado con el Objetivo de Desarrollo Sostenible nº 14 de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Este objetivo trata sobre la conservación y la utilización de forma sostenible de los océanos, los mares y los recursos marinos.

En este proyecto se está llevando a cabo la asociación de la Carta Batimétrica General de los Océanos (GEBCO) con la Fundación Nippon (NF) para reunir todos los datos batimétricos que faciliten la elaboración del mapa definitivo del fondo oceánico mundial para 2030.

En junio de 2022, la NOAA adquirió el compromiso para la promoción de la cooperación internacional en curso del proyecto Seabed 2030, firmando un memorando de entendimiento con los socios del proyecto.

Los socios para la cartografía oceánica

El proyecto Seabed 2030 asume la responsabilidad de reunir los datos de profundidad, de identificación de lagunas no cartografiadas y de coordinación en la comunidad de cartografía oceánica creada, bajo el patrocinio de la la Organización Hidrográfica Internacional (OHI) y de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI).

Esta iniciativa de batimetría colaborativa en la que la NOAA participa de forma activa, tendrá un papel muy importante en el resultado de Seabed 2030, alentando a los buques pesqueros tanto recreativos como comerciales de cualquier parte del mundo, a presentar datos recopilados utilizando simplemente instrumentos de navegación estándar.

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Los datos batimétricos obtenidos se recopilan en el Centro de Datos de la OHI para Batimetría Digital, en la sede de los Centros Nacionales de Información Ambiental (NCEI) de los Estados Unidos. Aquí se almacenan desde hace 30 años como archivo reconocido de datos batimétricos globales, administrando y brindando acceso a los mismos.

¿Cuáles son los beneficios de la Carta Batimétrica?

Sólo aproximadamente el 20% de las profundidades oceánicas se han medido mediante observación directa y compartido con la comunidad global (GEBCO-2021). El 80% de los datos recopilados durante los últimos 200 años son profundidades estimadas derivadas de mediciones de gravedad por satélite, principalmente. Estas estimaciones pueden obviar características importantes y proporcionar representaciones aproximadas del relieve submarino.

Mapa batimétrico
Mapear el fondo marino es imprescindible para comprender los secretos que todavía esconden los océanos.

Tener una batimetría correcta de los fondos marinos es fundamental para la ejecución segura, rentable y sostenible de todas las actividades que vayan a realizarse en el mar. Los científicos crean los mapas batimétricos para arrojar luz a estas zonas, de la misma forma que los mapas topográficos representan las características del terreno sobre el nivel del mar.

Los mapas batimétricos son una ilustración de la profundidad y de las formas que tiene el fondo marino, donde podemos encontrar montañas, cañones, fosas...

Además, de las actividades acuáticas y subacuáticas, pesqueras o submarinas, el conocimiento de los fondos marinos es de vital importancia para comprender el funcionamiento y comportamiento de las mareas, pronosticar tsunamis y sus impactos, como inundaciones en tierra firme.

También, y entre otros muchos, para la exploración oceánica y de los recursos pesqueros, el cambio climático, los peligros submarinos, el patrimonio cultural, la construcción y el mantenimiento de infraestructuras portuarias y costeras, de cableados y de tuberías.

A su vez, el conocimiento de la forma y profundidad del fondo marino a lo largo del océano es necesario para el estudio y comprensión de los patrones de circulación oceánica. Están relacionados con los procesos atmosféricos regionales y globales, encargados de la distribución del calor entre los trópicos y los polos terrestres, siendo un componente clave en el sistema climático del planeta.