¿Sabes qué significa el nombre 'Mediterráneo'? ¿Por qué nuestra península se llama 'Ibérica'?
¿Alguna vez te has preguntado el significado de los nombres de lugares que tenemos ya asimilados? El griego y el latín han sido responsables de acuñar topónimos como el del mar Mediterráneo o la península ibérica.
La narrativa histórica que conocemos sobre España y Europa se ha forjado en gran medida a través de la educación recibida en las aulas de historia. Sin embargo, hay aspectos menos explorados, como los orígenes de los nombres de países, ciudades y mares, que despiertan curiosidad.
En particular, nos preguntamos por qué vivimos en la península "Ibérica” y por qué las costas de España se encuentran bañadas por el "Mediterráneo". Estos topónimos, al igual que muchos otros, tienen sus raíces en la antigüedad, principalmente en la influencia del griego y del latín. Explorar estos orígenes nos ofrece una fascinante ventana a nuestro pasado y a la interconexión de las culturas a lo largo del tiempo.
Un mar entre tierras
Conocido por los romanos como “mar Nuestro” (Mare Nostrum), los turcos como “mar Blanco” (Akdeniz), los judíos como “Gran Mar” (Yam Gadol), los germanos como “mar Medio” (Mittelmeer) y los egipcios como “Gran Verde”, el mar Mediterráneo es el segundo mar interior más grande del mundo.
Mediterráneo procede del latín “Medi Terraneum” que significa “mar en medio de tierras”. La situación del Mediterráneo está perfectamente definida por su nombre, ya que se encuentra entre Europa, Asia y África. Así mismo, no está rodeado totalmente de tierra, sino que además está conectado con el océano Atlántico por el estrecho de Gibraltar.
Durante milenios, el Mediterráneo ha sido el epicentro de la civilización mundial, desempeñando un papel crucial en la interacción entre diversos pueblos de la zona. A través de los tiempos, este mar ha simbolizado la creatividad, la sabiduría y el progreso intelectual, siendo el origen de notables civilizaciones como la egipcia, helénica, romana y otomana.
La Península era el antiguo fin del mundo
En el mar Mediterráneo desembocan una gran cantidad de ríos, destacando el Ebro, que es el que da nombre a la península ibérica. Durante la antigüedad, la Península estaba estrechamente asociada con el río Ebro, conocido como Iberos en griego antiguo e Iberus o Hiberus en latín.
El Ecúmene, o mundo conocido para la Antigua Grecia, se delimitaba usando el término “Iberia”. La península ibérica se encontraba en el extremo occidental del mundo conocido, mientras que al este se encontraba la Iberia caucásica, también denominada como Iberia del Este o Iberia asiática, ubicada al sur del Cáucaso, en lo que hoy en día es Georgia.
Más tarde, los romanos dieron a conocer la parte española de la península como Hispania, mientras que la parte portuguesa recibió el nombre de Lusitania. Además, aunque históricamente se les llamaba íberos, el gentilicio de los habitantes de la Península Ibérica, actualmente se refiere comúnmente a ellos como ibéricos.