Ruta por los molinos de viento más bonitos y antiguos de España
Hacemos un repaso de los molinos de viento más impresionantes y antiguos de nuestro país, explorando su historia, arquitectura y su importancia en la cultura española.
Los molinos de viento son un símbolo emblemático del paisaje español, particularmente en la región de Castilla-La Mancha, donde estos gigantes de madera y piedra se alzan majestuosamente sobre colinas y mesetas.
Los molinos más bonitos de España
Estos molinos, que alguna vez fueron fundamentales para la economía rural, son ahora testigos históricos de una era pasada, atrayendo a turistas y amantes de la historia de todo el mundo.
Consuegra, Toledo
El punto de partida de nuestra ruta es Consuegra, en la provincia de Toledo. Aquí se encuentran los molinos de viento más famosos de España, conocidos por su asociación con la obra maestra de Miguel de Cervantes, "Don Quijote de la Mancha".
Los 12 molinos que aún permanecen en pie en la cresta del Cerro Calderico ofrecen una vista espectacular de la llanura manchega. Cada uno de estos molinos tiene un nombre, muchos de ellos inspirados por los personajes de la novela de Cervantes, como "Sancho", "Rucio" y "Bolero".
Los molinos de Consuegra datan del siglo XVI y han sido cuidadosamente restaurados para preservar su estructura original. Algunos de ellos aún tienen su maquinaria interna intacta, permitiendo a los visitantes aprender sobre el proceso de molienda de trigo, tal como se hacía hace siglos.
Campo de Criptana, Ciudad Real
A solo una hora en coche desde Consuegra se encuentra Campo de Criptana, otro lugar icónico vinculado a "Don Quijote". Este municipio alberga una colección de 10 molinos de viento, tres de los cuales son originales del siglo XVI.
Lo que hace especial a los molinos de Campo de Criptana es su tamaño y su estado de conservación. Algunos de ellos, como el molino "Burleta", aún funcionan y se pueden visitar para ver una demostración de molienda.
Mota del Cuervo, Cuenca
Conocida como el "Balcón de la Mancha", Mota del Cuervo es otro lugar imprescindible en esta ruta. Este pequeño municipio en la provincia de Cuenca cuenta con siete molinos de viento, algunos de los cuales datan del siglo XVI.
Lo que diferencia a Mota del Cuervo es su enfoque en la preservación y celebración de la historia de la molienda. Uno de los molinos, llamado "El Zurdo", está abierto al público y ofrece una exposición interactiva sobre la historia y la tecnología de los molinos de viento.
Además, la localidad organiza cada año la Fiesta de los Molinos, una celebración que incluye visitas guiadas, exhibiciones de la maquinaria en funcionamiento y actividades culturales que reviven las tradiciones manchegas.
Puerto Lápice, Ciudad Real
Puerto Lápice es otra parada que no puede faltar en esta ruta. Aunque aquí los molinos son réplicas, el lugar tiene un encanto especial por su estrecha vinculación con "Don Quijote de la Mancha".
Según se dice, fue en este pueblo donde Cervantes situó una de las ventas que Don Quijote confundió con un castillo. Los molinos de Puerto Lápice son una recreación fiel de los originales y se encuentran en un entorno pintoresco, rodeados de viñedos y olivares.
El Romeral, Toledo
Finalizamos la ruta en El Romeral, un pequeño municipio que alberga tres de los molinos de viento mejor conservados de la región.
Estos molinos, conocidos como "El Pechuga", "El Vista Alegre" y "El Espartero", ofrecen una experiencia más íntima y menos turística, ideal para quienes desean explorar la historia de estos gigantes en un ambiente tranquilo.
El Romeral es menos conocido, pero su encanto radica en la autenticidad y serenidad del lugar, donde los molinos siguen dominando el horizonte como lo han hecho durante siglos.