Un río de humedad "alimenta" al huracán Sam y al frente del domingo
Cuando tratamos de ver cómo de eficiente puede ser un episodio de lluvias intensas, hay que prestar especial atención al aporte de humedad que le llega. Las masas de aire de procedencia subtropical pueden comportarse como auténticas cintas transportadoras de humedad, sobre todo en esta época.
La temperatura de las masas de aire no sólo influye en la densidad que puedan tener, o en el potencial para desencadenar un episodio de calor o de frío; también condiciona la cantidad de humedad que pueden albergar. El aire cálido, en contra de la percepción que podamos tener a veces, suele contener mucha más humedad que el frío. De hecho, en condiciones normales de presión atmosférica, el aire a 20 ºC es capaz de contener sin saturar casi 4 veces más vapor de agua que a 0 ºC.
Esto significa que la cantidad de agua que pueden presentar las masas de aire de procedencia tropical y subtropical es mucho mayor que en las masas de aire polares. No obstante, esto no significa necesariamente que siempre contengan esa humedad; si no han podido adquirirla, como sucede con las masas de aire situadas sobre los desiertos, apenas contendrán agua pese a estar a mucha temperatura. En cambio, si han permanecido un largo tiempo sobre aguas cálidas, estas masas de aire llegan a adquirir una cantidad de agua enorme en forma de vapor.
Normalmente, para determinar cuánta humedad contiene una masa de aire en toda la columna atmosférica, se suele utilizar un parámetro conocido como "agua precipitable". Se expresa en milímetros (mm) o litros por metro cuadrado y básicamente nos indica la cantidad de agua que podríamos llegar a recoger si precipitara toda la humedad que contiene la columna atmosférica en nuestra vertical. Es importante tener en cuenta que siempre nos va a indicar la humedad que tiene el aire en nuestra vertical pero nunca la cantidad de lluvia que podemos esperar, puesto que el aire se mueve y se renueva, y por tanto la precipitación real recogida puede ser mucho mayor al valor de agua precipitable.
¿Puede afectar uno de estos ríos de humedad a la Península Ibérica?
No sólo pueden afectarnos, sino que es relativamente habitual, y más aún en otoño. Normalmente los episodios de advecciones del oeste o suroeste vienen acompañados de masas de aire de procedencia subtropical que en ocasiones han permanecido un largo tiempo sobre una extensión de océano muy cálida. Esto da lugar en los mapas a una gran franja de aire con valores muy elevados de agua precipitable, que se asemeja a una corriente o cinta que se desplaza desde el trópico a nuestras latitudes. Los ríos de humedad son responsables de los episodios de precipitación otoñales más intensos y generalizados en la vertiente atlántica y a veces también en la mediterránea.
Durante este próximo fin de semana, uno de estos ríos de humedad será responsable de aportar humedad al frente que nos afectará durante el sábado y domingo, incrementando su potencial de generar lluvias intensas y persistentes en el noroeste peninsular. Se trata de una estructura alargada en la que, a varios miles de kilómetros, también se encuentra embebido el huracán Sam. Y es que estos ríos de humedad también son un caldo de cultivo de ciclones tropicales en latitudes más bajas, protegiéndolos de intrusiones de aire seco que puedan erosionar su estructura.
Durante el otoño, el chorro polar se intensifica y desciende de latitud, pero el océano mantiene temperaturas aún muy elevadas. Es por ello que, aunque pueden desencadenar episodios de precipitaciones importantes en cualquier época del año, es ahora cuando estos aportes de humedad subtropical se hacen más relevantes y deben seguirse con mayor cautela.