Revelan datos de una erupción solar que impactó en la Tierra, la Luna y Marte al mismo tiempo
Recientemente se han conocido los detalles de una erupción solar que alcanzó de forma simultánea a la Tierra, la Luna y Marte en 2021. Esos datos son muy importantes, ya que ayudan a diseñar mejores protecciones para los astronautas.
El hecho resultó novedoso, porque por primera vez instrumentos situados en distintas partes del sistema solar captaron la radiación procedente de la misma eyección de masa coronal del Sol. Marte y la Tierra se encontraban en lados opuestos de nuestra estrella durante el raro acontecimiento. El 28 de octubre de 2021, un gigantesco estallido de plasma y partículas magnetizadas brotó del Sol. Ese enorme estallido solar bañó de radiación a la Tierra, la Luna y Marte. Y, por primera vez, los instrumentos de los tres cuerpos midieron el mismo acontecimiento casi simultáneamente.
En Marte, la sonda ExoMars Trace Gas Orbiter (TGO) de la Agencia Espacial Europea (ESA) y el rover Curiosity de la NASA registraron la llegada de partículas energizadas. En la Luna, estas partículas fueron captadas por el Chang'e-4 de la Administración Espacial Nacional China y el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA. Y más cerca de nosotros, el satélite Eu:CROPIS del Centro Aeroespacial Alemán detectó la radiación desde la órbita terrestre baja. Los efectos de evento solar tan especial se publicaron el 8 de agosto en la revista Geophysical Research Letters, tal como indica Live Science.
Poder comprender estos fenómenos, conocidos como eyecciones de masa coronal (CME), es crucial para la futura exploración espacial, incluidas las misiones previstas para enviar astronautas a Marte y establecer un puesto científico avanzado en la Luna. Son eventos a los que se tendrán que enfrentar futuras misiones de astronautas que estén en el espacio.
El formidable escudo de la Tierra
En la Tierra, nuestro campo magnético actúa como un escudo contra las erupciones solares más peligrosas. Pero la Luna y Marte carecen de esta magnetosfera protectora, lo que significa que llega mucha más radiación a sus superficies. Toda esa radiación puede tener un impacto negativo en los astronautas. La exposición a altas dosis de radiación puede provocar irritación cutánea, náuseas, trastornos sanguíneos, debilitamiento de la inmunidad e incluso cáncer, según un estudio de 2014 publicado en National Library of Medicine.
En casos agudos, puede causar quemaduras y degeneración neurológica. Se considera que una dosis peligrosa ronda los 700 miligray (1 gray es una unidad de radiación). Afortunadamente, la CME del 28 de octubre fue mucho más débil que eso, ya que solo alcanzó unos 31 miligray, pero las CME son cada vez más frecuentes e intensas a medida que el Sol se acerca al pico de su ciclo de actividad solar de 11 años, que podría comenzar tan pronto como a finales de 2023.
Lo que ocurrió en los 3 puntos donde se obtuvieron datos ha entregado información muy valiosa. Según el nuevo estudio, la magnetosfera y la atmósfera de la Tierra hicieron que la radiación del evento fuera insignificante en el momento en que alcanzó la superficie del planeta. La superficie de Marte recibió aproximadamente una 30ª parte de la dosis inicial gracias a los efectos amortiguadores de su atmósfera. Pero algo más de la mitad de la dosis inicial de radiación de la CME alcanzó la superficie de la Luna, donde no existe una mayor protección.
Pensando en futuras misiones
Con estos datos, la radiación recibida en la Luna podría resultar mucho más perjudicial para los astronautas que la que se recibe en la superficie de Marte, que con una escasa atmósfera, igual puede repeler una mayor parte de la energía. Aunque esta CME en particular no fue lo bastante fuerte como para enfermar a un ser humano, la mitad de la radiación de un estallido mayor podría ser mortal.
Estudiar dónde y cómo golpean las CME los cuerpos situados más allá de la Tierra podría ayudar a los científicos a desarrollar el blindaje necesario para proteger a los futuros astronautas.
Colin Wilson, científico del proyecto ExoMars TGO indicó que "la radiación espacial puede suponer un peligro real para nuestra exploración de todo el sistema solar. Gracias a los datos de misiones como ExoMars, podemos prepararnos para proteger mejor a nuestros exploradores humanos".
Las agencias espaciales están estudiando instrumentos específicos para medir la radiación en el espacio y obtener información que ayude a ese desarrollo. El portal lunar de la NASA, una estación espacial prevista en órbita lunar, estará equipado con tres conjuntos de instrumentos para vigilar el entorno de radiación alrededor de la Luna. La misión Artemis 1 también probó un chaleco protector que llevaba un maniquí que voló por la Luna y volvió a finales de 2022, de acuerdo a lo detallado por Chron.