Octubre de 2022 fue un veranillo continuo: ¡el más cálido jamás registrado!
Dejamos atrás un octubre que ha sido prácticamente estival, con temperaturas anormalmente altas y persistentes. En lo que respecta en la pluviometría, ha sido un mes de extremos. Aquí te contamos los detalles.
Al iniciarse el mes se intuía un regreso a la normalidad atmosférica, con descenso de las temperaturas y precipitaciones más cuantiosas. Pero ha resultado un espejismo, sobre todo en los valores termométricos, que han provocado que octubre haya sido el mes con una temperatura media que más se ha separado de sus valores normales en todo lo que va de año.
Ni tan siquiera en los meses veraniegos, donde padecimos tanto calor, había sucedido lo que acabamos de dejar atrás. La temperatura de octubre ha estado 3 ºC por encima de su media, mientras que julio estuvo 2,6 ºC más alta.
Resulta reseñable que nos han visitado tres borrascas con gran impacto, algo que no sucedía desde mediados de esta primavera. Estas depresiones han sido las que han provocado las precipitaciones en el oeste peninsular, destacando las producidas en el occidente gallego en la última decena del mes.
También se han registrado rachas de viento huracanadas, principalmente en las zonas montañosas peninsulares, destacando los 132 km/h medidos en la estación automática de Valdezcaray (La Rioja).
"En octubre nos molesta la lumbre"
Este refrán nos viene muy bien como ilustración de que una vez más las máximas han sido muy superiores a los valores habituales de este mes en todo el país, quizás en puntos del archipiélago canario se las pudiera considerar normales. Por el contrario, donde los valores más altos se han separado más de su media han sido en el Cantábrico oriental y en el sureste peninsular, situándose hasta 6 ºC por encima de lo normal.
Otra anomalía muy significativa es el momento de producirse el valor más bajo y el más alto del mes, ya que respectivamente fue en la primera y en la última decena de octubre, justo al revés de lo que suele ser normal. En estaciones de AEMET, el valor más alto mensual se alcanzó en la ciudad autónoma de Melilla, el día 25, con 36,8 ºC.
Los valores nocturnos también han sido muy superiores a lo habitual para las fechas en el conjunto de las regiones. La variación ha sido tan grande que es el mes que más se ha separado de sus valores medios. En estaciones de AEMET, que no son de alta montaña, el dato más bajo mensual se registró el día 1 en Martinet (Lleida), con -0,5 ºC.
Con la persistencia del calor durante casi todo el mes, se han vuelto a batir numerosos récords de temperaturas máximas y mínimas absolutas más altas. Para el primer caso, además del observatorio de Melilla, destacaremos el observatorio del aeropuerto de Granada, que el día 18 alcanzó los 35,3 ºC.
Y en el segundo, la noche ecuatorial o tórrida sufrida en el aeropuerto de Santander el día 27, con 25,5 ºC de mínima. Precisamente en esa madrugada se batieron otros 4 récords absolutos en los observatorios de Segovia, Burgos, Santander ciudad y Bilbao.
"En seco o en mojado, por San Lucas (día 18), ten sembrado"
Este octubre ha sido seco, si consideramos el conjunto del país. El refrán hace mención a una de las labores más importantes que se deben de hacer en el campo durante este mes y recoge perfectamente los extremos sucedidos en nuestro país; con varias zonas donde ha llovido más de lo normal, siendo la más destacable el occidente gallego, con puntos en el oeste de la provincia de A Coruña que han superado los 700 l/m2.
Por el contrario, ha llovido menos de lo habitual en casi todo el sur peninsular y en zonas de los tercios este y norte, con comarcas de las provincias de Málaga, Granada o Almería, donde la lluvia ha sido casi nula. Durante este mes se ha batido un registro de precipitación máxima absoluta en un día, en el aeropuerto de Menorca, el día 7 con 86,1 l/m2.
La sequía sigue siendo muy grave
En el ecuador de la estación más húmeda en buena parte del país, la escasez de precipitaciones sigue muy presente en la mayoría de las regiones, lo que nos deja un panorama muy sombrío, ya que no se esperan grandes cantidades de agua de forma generalizada en las próximas semanas.
Con todo esto nuestras presas se encuentran con sus reservas muy bajas, ya que el agua embalsada, a fecha de 2 de noviembre, es de solo el 32,17% de su capacidad máxima, casi un 7% inferior a la misma fecha del año pasado, y nos encontramos un 17% por debajo de la media de los diez últimos años. En estos momento la peor cuenca sigue siendo la del Guadalquivir, con solo el 18,69% de su capacidad.