Los "residuos impropios", ¡no te confundas de contenedor al reciclar!

Pues claro que reciclar para ti es algo habitual. Por supuesto que lleva muchos años haciéndolo, pero ¿sabías que si reciclas un material en el contenedor que no corresponde es como si no hubieras reciclado? Algunos de ellos no son tan intuitivos como podrías pensar.

botella reutilizada con planta
Antes de reciclar, debemos reflexionar, reducir y reutilizar

Ya sabemos que antes de utilizar la “R” de reciclar, tenemos al menos tres “Rs” más que deben instaurarse en nuestra vida: reflexionar, reducir y reutilizar. Cuando llegamos a la de reciclar, tenemos que asegurarnos de hacerlo correctamente, es decir, en el contenedor que corresponde. A los productos que terminan en un contendor equivocado se les llama “residuos impropios”.

Si lo que es impropio es ti es no reciclar, te propongo que pienses durante un minuto dónde tirarías estos objetos:

  • Una espátula de cocina
  • Un biberón
  • Una servilleta de papel usada
  • Un tapón de metal
  • Un plato roto
  • Un bote de desodorante
  • Una bandeja de corcho blanco (plástico)
  • Un corcho de botella
  • unas lentillas

Te espero.
¿Ya?

Quizá algunos los tengas claros, otros directamente no tengas ni idea, y en algunos… tu sentido común igual ha sido común, pero no has acertado. Para eso estamos aquí.

contenedor amarillo
Tenemos asociado el contenedor amarillo al plástico, pero en realidad es "envases"

Igual ya has depositado la espátula y el biberón en el contendor amarillo. Durante muchos años se ha asociado ese contendor al plástico, cuando en realidad no es así. Es el contenedor de envases.

¿Qué deberíamos tirar al contenedor amarillo?

En él van envases plásticos, sí, pero también los envases metálicos como aerosoles o desodorantes. Las latas de refresco y conserva, el papel de aluminio, las bandejas de corcho blanco, tubos de pasta de dientes y briks.

Aún hay quien recicla los briks en el contenedor azul de cartón, pero no es correcto. Tiene cartón, sí, pero también plástico y aluminio. Por cierto, las cajas de madera de fruta también van a este contenedor amarillo y por supuesto que se reciclan.

Recuerda que la espátula y el biberón no van al contenedor amarillo, sino en el de envases.

Con frecuencia se suelen encontrar juguetes de plástico o chupetes y biberones, por eso de asociar el amarillo al plástico, pero ya hemos desterrado esa idea de nuestra cabeza, ¿a que sí?

¿Dónde tiramos entonces las espátulas y biberones?

Os presento al “contenedor de restos”. En la mayoría de las ciudades es gris. Es importante diferenciarlo del marrón, que es el de residuos orgánicos. No obstante, es probable que tengan una indicación para saber qué hay que depositar en cada uno.

En este contenedor de restos irán, además de biberones, chupetes y pañoles, las cuchillas de afeitar, arena para mascotas, polvo, objetos de cerámica, cepillo de dientes, lentillas… y los test de antígenos (excepto la caja de cartón, que esa va al azul).

Es decir, en el contenedor de restos estarán todos los residuos que no pueden reciclarse, pero tampoco se puede hacer compost con ellos (como ocurre con los restos orgánicos).

Que se llame “resto” no significa que puedas tirar el resto que no sabes qué hacer con ello. Ni medicamentos (que van al punto SIGRE de la farmacia), ni espejos, ordenadores, bombillas o pilas, que tendrás que llevarse al punto limpio de tu zona.

residuos segregados
Conocer donde se depositan los residuos, facilitar el reciclaje

¿Qué depositamos en el contenedor azul?

Esto es fácil, ¿no? papel y cartón. Pero… (siempre hay un pero) ¿Qué hacemos con una servilleta sucia? Nuestra mente dice que es celulosa, y está en lo cierto. Si estuviera limpia el contenedor correcto sí sería el azul, pero al estar sucia, más aún si es con aceite, el contenedor indicado sería el de restos orgánicos.

Si ahora estás pensando en la caja de pizza… sí, la caja limpia se tira al azul, pero si está llena de restos o aceite, la mejor opción es separar la base y tirarla al orgánico y la tapa al azul. Es un esfuerzo que merece la pena hacer.

Residuos orgánicos que no lo parecen.

Las bolsas que indican “biocompostable” están fabricadas con materiales diferentes al plástico habitual, así su lugar es el contenedor marrón. Los posos del café y los tapones de corcho de las botellas también deben depositarse en este contenedor marrón.

¿Y qué hacemos con el aceite de cocina usado?

Lo más adecuado es esperar a que se enfríe, guardarlo en un tarro de vidrio (el envase de plástico sí va al contenedor amarillo) y llevarlo al punto limpio. A veces se colocan contenedores naranjas por zonas donde se puede depositar. Eso sí, nunca, pero nunca, lo tires por el desagüe, además de la contaminación, obstruirá las cañerías. Si no lo haces por el resto, hazlo por ti.

Cualquier duda la puedes aclarar con la página web de Ecoembes, donde se da una solución de reciclaje a cada residuo y además aporta ideas para la reutilización. Hemos conseguido lo más difícil: la concienciación, ¡sólo nos queda la práctica!