Las plantas tienen un 'internet subterráneo' para prosperar, la reciente conclusión de un equipo de científicos
Muchas de las plantas que existen en el planeta tienen una estrecha relación con los microorganismos que las habitan. Forman lo que conocemos como simbiosis donde todos salen ganando.
La simbiosis es estupenda para beneficiarse del entorno ayudándose unos a otros. Un artículo publicado en la revista Science afirma que la convivencia entre algunas plantas y hongos en sus raíces podría ayudar a desarrollar una agricultura sostenible. Trabajo en equipo, esa es la clave.
¿En qué se basa esta simbiosis?
La naturaleza no para de sorprendernos. La asociación vital entre plantas y hongos de tipo micorrícicos arbusculares (MA) desarrolla una alianza capaz de generar cultivos más sostenibles. Estos hongos viven dentro de las raíces de las plantas donde intercambian nutrientes esenciales para la supervivencia del hongo y altamente beneficiosos para la planta.
Es la interacción entre la raíz especializada de una planta y un hongo. En esta simbiosis, el hongo obtiene un lugar donde vivir y obtiene carbohidratos, mientras que la planta obtiene una mayor capacidad de recibir nutrientes del suelo y del agua.
Las plantas que estudiaron tienen dos tipos de proteínas: la CKL1 y CKL2. Aquí investigadores del Boyce Thompson Institute (BTI) han descubierto que estas dos proteínas sólo están activas en las plantas que contienen hongos MA. Lo curioso de estas proteínas es que no controlan el ciclo celular como sí que lo hacen otros tipos, por ello se necesita de más proteínas.
Las proteínas CLK y RAM
Las proteínas de tipo CLK son necesarias para la supervivencia de los hongos dentro de las raíces de las plantas. Desempeñan un papel fundamental en el control del flujo de líquidos de la planta al hongo. Sin estas proteínas, la transferencia de lípidos no se activa y, por tanto, los hongos morirían de hambre.
Esta investigación descubrió una compleja red de interacciones entre las que intervienen varias proteínas receptoras y raíces de otras plantas. Aunque las proteínas CLK son vitales para controlar el flujo de lípidos, no gestionan toda la vía líptica simbiótica. Las de tipo RAM, también tienen que estar activas.
Dentro de un contexto agrícola
Este trabajo, entre otros muchos, da una idea de un proceso regulatorio fundamental para la nutrición y el crecimiento de las plantas. El aprovisionamiento de lípidos con la proteínas crean un alojamiento completo de endosimbiontes.
También conocido como endobionte es cualquier organismo que vive dentro del cuerpo o las células de otro organismo, aunque no siempre, en una relación mutualista donde hay beneficios en esa relación.
Los investigadores han descubierto que, gracias a esta relación natural, se puede tener mejores cultivos, plantas más fuertes y mejor protegidas. Durante el estudio descubrieron que la colonización fúngica AM aumentó la biomasa de las raíces en comparación con el control asimbiótico, por lo tanto las relaciones micorrízicas suponen un gran potencial en beneficio de la actividad forestal y la agricultura.
Uno de los autores de la investigación afirma que aprovechar esta simbiosis natural podría conducir a cultivos más eficientes en la absorción de nutrientes y más resistentes a los factores de estrés ambiental. Estas intrincadas conexiones, a menudo invisibles, crean una complejidad e interdependencia de la naturaleza a nuestros propios pies.
Referencia de la noticia
Sergey Ivanov, Maria J. Harrison. et al Receptor-associated kinases control the lipid provisioning program in plant–fungal symbiosis. Science (2024).
E. Magkourilou, J.A. Ault, PE Urwin y KJ Campo. et al Phytophagy impacts the quality and quantity of plant carbon resources acquired by mutualistic arbuscular mycorrhizal fungi. Nature (2024)