¿Qué relación hay entre los eclipses y las nubes? La seria advertencia de los expertos ante la geoingeniería solar
Un nuevo estudio relaciona los eclipses con una disminución temporal de ciertos tipos de nubosidad, ¿qué relación podría tener con futuros proyectos de geoingeniería solar?
A medida que avanza la ciencia, aparecen nuevas estrategias para combatir el calentamiento global. En los últimos años se ha propuesto que reducir la cantidad de radiación solar incidente en un 3 a 5% podría ayudar a frenar el incremento de temperaturas observado a escala global.
Esto podría conseguirse mediante la instelación de grandes paneles en el espacio o en la superficie terrestre que reflejaran la luz solar. Otra forma consiste en inyectar aerosoles en la estratosfera como ocurre de forma natural con algunos volcanes.
Estos proyectos de geoingeniería, que ahora suenan a ciencia ficción, podrían hacerse realidad en las próximas décadas pero no están exentos de riesgo. Un estudio publicado hace unos días en la prestigiosa revista Communications Earth and Environment, analiza de qué forma estos proyectos podrían interferir en la formación de nubes y crear efectos en cadena impredecibles.
Las nubes y los eclipses
Los autores del estudio analizaron los cambios en las nubes durante tres eclipses solares entre 2005 y 2016. Comprobaron que algunas nubes bajas, como los cúmulos, disminuyen en el transcurso del eclipse, empezando a disiparse cuando el sol se ha ocultado un 15%. Para ello emplearon imágenes de satélites geoestacionarios que cubren grandes áreas geográficas y estudiaron la evolución de la cobertura nubosa antes, durante y después del eclipse.
Esta reducción de la nubosidad ocurre porque durante el eclipse, baja temporalmente la cantidad de radiación solar que llega a la superficie y el aire empieza a enfriarse. Estas nubes son muy sensibles a los cambios de temperatura en superficie en contra de otras nubes situadas en niveles medios y altos de la troposfera, que no se vieron tan afectadas.
Posibles riesgos
Este estudio pone en evidencia que incluso pequeñas reducciones de radiación solar pueden tener una importante influencia en la nubosidad. Por ello, los proyectos para reducir el impacto del calentamiento global basados en paneles reflectantes o inyección de aerosoles en la estratosfera podrían producir dos efectos no deseados:
- Los cúmulos son nubes que cubren enormes extensiones de la Tierra, son de color blanco brillante y reflejan de vuelta al espacio una gran cantidad de la radiación solar. Si bloqueamos de forma artificial parte de la radiación incidente, estas nubes están en riesgo de desaparecer produciendo, como consecuencia, un aumento de las temperaturas.
- Muchos de estos cúmulos dejan precipitación en alguna etapa de su ciclo de vida, especialmente en latitudes tropicales. Una disminución de estas nubes podría desembocar en cambios en la distribución de precipitaciones a gran escala. Este es otro efecto no deseado, teniendo en cuenta lo sensibles que son los trópicos a las precipitaciones.
El futuro incierto de un sistema caótico
El problema de querer manipular un sistema tan complejo y caótico como la atmósfera es que, ante un cambio inicial, pueden producirse reacciones en cadena con efectos no deseados. Estudios como este, son fundamentales para entender mejor los efectos que la geoingeniería podría tener sobre las nubes, las temperaturas y la distribución de precipitaciones en latitudes tropicales.
Referencia del artículo
Trees, V.J.H., de Roode, S.R., Wiltink, J.I. et al. Clouds dissipate quickly during solar eclipses as the land surface cools. Communications Earth and Environment (2024).