¿Qué percepción tenemos sobre el cambio climático?
Una encuesta del Banco Europeo de Inversiones nos muestra y evalúa la percepción que tenemos los ciudadanos respecto a la lucha contra el cambio climático. ¿Qué resultados ha obtenido al respecto?
¿Alguna vez te has planteado qué opinión tenemos acerca del concepto “cambio climático”? El Banco Europeo de Inversiones (en inglés, European Investment Bank, EIB) sí y, para ello, ha realizado una encuesta sobre el clima que evalúa y descubre la percepción que tienen los ciudadanos sobre el cambio climático en la Unión Europea, EE.UU. y China.
Unos resultados que se centran en los compromisos de los ciudadanos para este 2019, la forma en la que perciben las acciones emprendidas por los gobiernos e instituciones públicas internacionales en su lucha contra la amenaza climática y su nivel de responsabilidad en combatir este fenómeno. Para conocerlos, -y esto es lo curioso del tema- irán desgranándolos en 6 publicaciones periódicas, en la que cada una corresponderá a un tema y un ámbito de interés específico.
¿Qué resultados han revelado hasta el momento?
Uno de los primeros datos que fueron revelados fue que la población europea, en general, es la más preocupada por el cambio climático, destacando especialmente aquellos ciudadanos de la Europa del sur, quienes lo ven como una amenaza inmediata y creen que es causado, principalmente, por las actividades humanas. Mientras que, por la contra, EE.UU. es el país que más duda y negación presenta frente a este fenómeno.
Es por ello que el 31% de los europeos considere que es responsabilidad de los ciudadanos liderar la lucha contra el cambio climático, mientras que el 40% de la población china y el 25% estadounidense creen que son las organizaciones internacionales -tales como las Naciones Unidas o el Banco Mundial- las responsables y quienes deberían tomar iniciativa en esta lucha. Por otra parte, el 26% de los estadounidenses están convencidos de que las medidas a establecer tendrían un impacto positivo en el crecimiento económico de su país y el mercado laboral, mientras que el 79% de los europeos y el 89% chino opinan justamente lo contrario.
Otro aspecto que han reseñado especialmente es el compromiso del 66% de la población europea en comenzar o continuar clasificando y reciclando sus desechos durante los próximos 12 meses, reducir los residuos y comprar alimentos locales y/o de temporada, frente al 60% de los EE.UU. y el 52% de China.
El 87% de los españoles, por su parte, se describe a sí mismo como “preocupado” o “alarmado” cuando piensa en el cambio climático y el 70% cree que ya se ha convertido en una amenaza para la humanidad, haciendo de España uno de los países con mayor conciencia climática de la UE, especialmente su población más joven. Entre las tres principales acciones medioambientales en España para 2019 encontramos que el 69% está dispuesto a reciclar y clasificar sus residuos, el 44% a reducir la cantidad de residuos producidos y el 42% a usar el transporte público con mayor frecuencia.
¿Qué estamos haciendo para evitar el cambio climático?
Como muestran los resultados de la encuesta, un alto porcentaje de la población se muestra muy preocupado por el cambio climático y, ante ello, nos cuestionamos: ¿hacemos lo suficiente por evitar el cambio climático? ¿Qué estamos haciendo en nuestro día a día para frenar el calentamiento de nuestro planeta?
Pequeñas acciones, tan simples, que todos podemos hacer en nuestras viviendas u oficinas y que tanto pueden ayudar a nuestro medio ambiente, como reemplazar las bombillas tradicionales por las de bajo consumo, ahorrando así más de 45 kg de CO2 al año; no dejar los aparatos eléctricos enchufados o en modo “stand-by”, ya que, a pesar de no estar usándolos, pueden llegar a consumir hasta un 40% de la energía total; ajustar el termostato, y es que se ha demostrado que si se mantiene una temperatura constante o con una oscilación de 2ºC entre el verano y el invierno, pueden ahorrarse más de 600 kg de CO2 por hogar en un solo año; y vigilar nuestros electrodomésticos, seleccionando los programas económicos y utilizando ollas a presión o vaporeras, las cuales ahorran hasta un 70% de energía.
Por no mencionar las medidas más tradicionales, como el reducir el uso del coche y fomentar el transporte público, la bicicleta o el ir a pie, y es que, según la Comisión Europea, por cada litro de combustible se libera una media de 2,5 kg de CO2. Además de no abusar de la velocidad del coche, ya que superar los 120 km/h aumenta un 30% el consumo de combustible, frente a una velocidad de 80 km/h; y revisar los neumáticos, pues si la presión baja 0,5 bares, el consumo de combustible será un 2,5% superior y, por consiguiente, se liberará un 2,5% más de CO2.