¿Qué hay de cierto sobre unas supuestas judías verdes radiactivas procedentes de Marruecos?
Son malos días para la información veraz, correcta y poco alarmista en los temas de agricultura, y ahora le ha tocado a las judías verdes. En estos días inciertos, sólo nos queda una cosa: frente al miedo, conocimiento.
A veces algunos temas se magnifican socialmente más que otros. Los “tormenta perfecta”, como dicen algunas personas acostumbradas a usar las redes sociales.
Ocurren cuando se une un tema del que todos creemos tener unos conocimientos básicos (aunque no suele ser real), como la alimentación; unido con un tema político, más aún cuando podemos polarizar las opiniones y que sean extremas; con implicaciones laborales (como los problemas de los agricultores).
El tweet "tormenta perfecta" de las judías
Si a esto le añadimos un poco de racismo, miedo, desconocimiento y mala fe, tenemos la tormenta perfecta de los bulos y desinformación. Y esto ha ocurrido en estos días con la publicación de este tuit.
Por supuesto que la persona que lo publicó comienza con: “Yo no sé lo que es”. Si supiera lo que es, no lo publicaría porque sabría que no tiene ninguna importancia. No sabe lo que es, pero continúa diciendo: "pero cuidado con lo que compráis".
Y ahí ya deja de ser una publicación que busca información. Aquí ya hablamos directamente de mala fe. Si a todo esto le añades que en el vídeo informan que son judías verdes de Marruecos… ya tenemos la publicación “tormenta perfecta”, viral en minutos.
De dónde vienen las judías verdes
Las judías verdes llevan viniendo de Marruecos muchísimos años. Sí, las de las fruterías también, aquí se cultiva entre poco y nada. Lo que pasa es que no habías leído la etiqueta y ahora crees que esto es novedad. No nos hagas pagar tu poco interés por lo que comes.
Para que estas judías lleguen a un supermercado oficial, deben pasar por una serie de controles que analizan los exigentes requisitos de la Unión Europea. Pero no sólo los de la frontera, también los propios de la cadena de supermercados porque nadie se la quiere jugar a una alerta sanitaria.
¿Se preocupan por nosotros? No, ya que básicamente es por dinero. Sería un desastre económico para ellos. Tampoco nos pongamos exquisitos con los motivos, ese nos salva a nosotros.
Entonces, ¿qué es eso fluorescente de las judías?
Pues nada más y nada menos que los catabolitos de la clorofila. Es una práctica que se hace en el instituto porque queda muy aparente. Aquí alguien no eligió biología en las asignaturas y prefiere asustarse antes de leer.
Resulta que los catabolitos de clorofila fluorescentes (FCC) son intermediarios fugaces de la degradación de la clorofila. Se ve aquí y se ve en otras frutas, como en los plátanos, por ejemplo. En definitiva, es algo normal, habitual, natural… y no exclusivo de Marruecos.
Lo que pasa es que habitualmente no vemos el ultravioleta, pero eso no es excusa para inventarnos cosas, tampoco vemos el infrarrojo y no estamos dramatizando. Cuánto daño ha hecho CSI: como vemos, la realidad es mucho más aburrida.
Cómo saber que una alerta sí es real
Los canales de información y gestión de alertas se pueden resumir en tres: el sistema SCIRI, que es español, gestionado por la Agencia Española de Seguridad alimentaria y Nutrición (AESAN), el portal RASFF, europeo, donde se comunican las alertas europeas e INFOSAN, donde las alertas son de carácter internacional.Y sí, también hay alertas de productos de Marruecos como este.
La realidad es que hay alertas de Marruecos, de España y de todos los países. Básicamente porque los controles funcionan y se detectan y gestionan varias alertas diarias. Y menos mal.
En esta época de polarización y desinformación necesitamos calma. Es importante no dejarnos llevar por cualquier información sin contrastar que nos llegue.
En nuestra mano está ser gasolina o ser cortafuegos frente a un bulo. No es necesario saber de todo, pero sí hay que evitar creernos todo lo que nos dice cualquier persona. Es estos días inciertos, sólo nos queda el conocimiento.