¿Qué ha pasado con el megaproyecto del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua? ¿Será una realidad algún día?

¿Imaginas un canal mucho más grande y largo que el de Panamá para unir el Atlántico con el Pacífico? Nicaragua pretende realizar este megaproyecto tarde o temprano.

Un canal que uniría el Atlántico y el Pacífico, de mucha más envergadura que el mismísimo Canal de Panamá, parecía estar al alcance de Nicaragua. ¿Se desarrollará?

Imagina un canal que conecte los océanos Atlántico y Pacífico, rivalizando con el Canal de Panamá y transformando el comercio mundial.

Nicaragua ha soñado con esta megaobra durante más de una década, pero, aunque ambicioso, este proyecto sigue siendo un espejismo. ¿Qué pasó con esta monumental idea? ¿Es realmente factible? ¿Qué desafíos y beneficios trae consigo?

El Gran Canal de Nicaragua

El Gran Canal de Nicaragua prometía ser una obra titánica, uniendo el Atlántico y el Pacífico con un corredor de 278 kilómetros, superando al mismísimo Canal de Panamá.

Con un ancho de entre 230 y 520 metros y una profundidad de 30 metros, habría sido capaz de permitir el paso de algunos de los barcos más grandes del mundo, como los petroleros de 400 000 toneladas.

El plan era convertir a Nicaragua en un gigante del comercio mundial, con una inversión colosal de 50000 millones de dólares de un consorcio chino. Pero, a pesar de las grandes expectativas, el sueño empezó a desvanecerse antes de hacerse realidad.

Un gigante en pausa

El Gran Canal de Nicaragua, una obra destinada a revolucionar el comercio mundial, quedó atrapado en un limbo. ¿Por qué? La falta de transparencia y la feroz resistencia de las comunidades locales jugaron un papel crucial. Los campesinos, temerosos de perder sus tierras, se alzaron en protesta, muchos de ellos fueron arrestados, exiliados o incluso murieron.

A nivel internacional, crecían las sospechas de que el canal podía ser una fachada para actividades ilícitas. Para empeorar las cosas, Wang Jing, el magnate chino detrás del proyecto, sufrió grandes pérdidas económicas, lo que dejó el proyecto en un estado de parálisis total.

Recorrido del canal de Nicaragua.

El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, no culpa solo a los problemas internos, también señala a Estados Unidos como el saboteador principal del canal, argumentando que Washington temía perder el control estratégico del Canal de Panamá, impidiendo que Nicaragua desarrollara una ruta interoceánica propia.

Un duro golpe al medio ambiente

El impacto ambiental del canal era otra gran preocupación. El lago Cocibolca, la mayor fuente de agua dulce de Centroamérica, estaría en riesgo, amenazando la biodiversidad y el suministro de agua potable para millones.

Nicaragua, un país con vastos recursos naturales y biodiversidad, se enfrentaba a la posibilidad de ver comprometidos algunos de sus ecosistemas más importantes.

Los estudios de impacto ambiental nunca se completaron, aumentando la desconfianza y la oposición. ¿Valía la pena arriesgar tanto por un proyecto lleno de incertidumbres?

¿Renacerá este proyecto en el futuro?

Hoy, el Gran Canal de Nicaragua es solo una idea en pausa. Lo que prometía ser una de las mayores obras de ingeniería del mundo ahora enfrenta un futuro incierto.

Mientras el comercio sigue fluyendo por el Canal de Panamá, Nicaragua sueña con lo que pudo haber sido. Renacer este proyecto requiere no solo dinero, sino también un cambio profundo en las dinámicas políticas y sociales del país. Por ahora, el canal sigue siendo un gigante dormido, una promesa sin cumplir.