¿Qué está pasando en Islandia? Alerta por terremotos y posible erupción del volcán Fagradalsfjall
Cientos de terremotos, grandes deformaciones del terreno y una posible erupción volcánica en los alrededores del Fagradalsfjall ponen en alerta a Islandia estos días. ¿Qué es lo que podría suceder? Te contamos la última hora.
Islandia se prepara para hacer frente a una amenaza natural inminente. Cientos de terremotos al día en la península de Reykjanes, al suroeste del país, indican la proximidad de una nueva erupción volcánica. La ciudad de Grindavik, a unos 60 km de la capital, Reikiavik, ya ha sido evacuada, y el país ha declarado el estado de emergencia.
La expectativa de que una erupción ocurra en la zona de Grindavik, muy cerca de la fisura volcánica de Fagradalsfjall, ha llevado a la intensificación de las medidas de precaución. Los expertos advierten que la actividad sísmica, que ha ido aumentando en los últimos días, sugiere que la lava está a punto de emerger, ejerciendo una creciente presión.
Esta situación se ha agravado con cientos de terremotos, conocidos como enjambres sísmicos, que se han acercado cada vez más a la superficie, indicando una inminente erupción.
¿Qué está pasando en la península de Reykjanes?
El vulcanólogo de la Universidad de Islandia, Ármann Höskuldsson, ha señalado que este fenómeno puede ser el inicio de un evento tectónico significativo, que libera tensiones acumuladas durante los últimos 800 años en la zona. Además, una fractura de 15 km de largo sugiere que el magma se está moviendo hacia la superficie, según Bill McGuire, profesor de riesgos geofísicos y climáticos del University College de Londres.
A pesar de la incertidumbre sobre el curso exacto que tomará la naturaleza, la probabilidad de una erupción volcánica en los próximos días es considerada alta por la Oficina Meteorológica Islandesa. Aunque el punto exacto de la erupción es muy difícil de prever, la experiencia pasada con el volcán Fagradalsfjall, cuya última erupción fue en verano, sugiere que la lava podría abrirse paso a lo largo de alguna grieta, con un carácter potencialmente no explosivo.
Y aunque no se sabe a ciencia cierta cómo evolucionará la situación, la preparación y la vigilancia son fundamentales, ya que el país se encuentra al borde de un evento geológico que podría tener un impacto significativo.
¿Por qué hay tantos terremotos y erupciones en Islandia?
En medio del Atlántico norte, la placa tectónica norteamericana y la euroasiática no sólo se encuentran, sino que se separan a lo largo de una enorme fisura en el lecho marino conocida como la dorsal mesoatlántica. Esta fisura submarina, que divide a ambas placas, se extiende también sobre tierra emergida, dividiendo a Islandia en dos, y exponiéndola a la constante posibilidad de sufrir terremotos y erupciones.
Actualmente, el principal riesgo proviene de las posibles erupciones, que podrían generar emanaciones tóxicas, especialmente de dióxido de azufre. A nivel global, el mayor peligro radica en la columna de cenizas expulsada durante una erupción. Dada la trayectoria de los vuelos entre Europa y América del Norte, que pasan al norte de Islandia debido a la curvatura de la Tierra, una erupción explosiva podría interrumpir significativamente el tráfico aéreo, similar a lo ocurrido con el Eyjafjallajökull en 2010, aunque por ahora parece un escenario poco probable.
Pero, aunque la erupción del volcán Eyjafjallajökull hace trece años afectó gravemente la aviación mundial, la situación actual difiere. Aquella erupción fue bajo la masa helada, y la interacción entre la lava y el hielo provocó la emisión masiva de partículas. En este caso, la ausencia de hielo no descarta el riesgo, ya que una erupción marítima podría aumentar la amenaza global.
Las medidas que se han tomado ante una probable erupción
Es al suroeste de la isla, cerca de la ciudad pesquera de Grindavík, donde se han registrado los terremotos e incidencias en el terreno. Los habitantes de la ciudad fueron evacuados el pasado sábado, día 11 de noviembre, aunque pudieron regresar el lunes y el martes para recoger sus pertenencias. En la zona se ha detectado que el suelo se ha hundido un metro por el ascenso del magma.
Según un comunicado del Instituto Meteorológico de Islandia, la mayoría de los miles de "microterremotos" se detectan normalmente a profundidades de entre 3 y 5 kilómetros, lo que hace que la probabilidad de una erupción siga siendo alta. Mientras tanto, los alrededor de 3700 habitantes de Grindavík aguardan la evaluación de las autoridades para comprender mejor la magnitud del riesgo.
Ólafur Ragnar Grímsson, expresidente del país nórdico, compartió recientemente en sus redes sociales la hipótesis de que la erupción volcánica podría tener lugar en el fondo del mar. Con estas declaraciones se agrega un nuevo matiz a la complicada situación de Islandia, incidiendo sobre la complejidad y la imprevisibilidad de la actividad volcánica en esta parte del mundo.