¿Qué es una vaguada? El análisis de Meteored del fenómeno que suele desatar tormentas intensas en verano
Pese a que el concepto de DANA es muy popular, poco o nada se habla de las vaguadas que, en muchos casos, están detrás de la mayoría de episodios de tormentas y lluvias fuertes registrados en España.
Así como el término DANA (gota fría) se ha popularizado enormemente en los últimos años, existe un concepto meteorológico ampliamente utilizado entre meteorólogos, pero que resulta desconocido para el público en general.
Las vaguadas son responsables de la mayoría de episodios de tormentas organizadas y lluvias torrenciales, incluso más que los que podríamos atribuir a gotas frías. En muchos casos, estas situaciones se atribuyen de forma errónea a una DANA.
¿Qué es una vaguada?
Una vaguada es una zona alargada de bajas presiones que se extiende desde un centro de baja presión, y claramente visible en forma de "V" en los mapas meteorológicos.
Podemos definirla de manera informal como una "lengua de aire frío", porque en el interior de la vaguada el aire suele ser más frío que en los alrededores. Si nos imaginamos una vaguada de forma tridimensional, estaríamos observando un valle o surco en la atmósfera, con presión baja, aire frío y vientos girando en sentido anti horario.
La zona más activa de una vaguada suele ser la zona delantera, es decir, el borde oriental, teniendo en cuenta que a nuestras latitudes se desplazan de oeste a este. En el flanco derecho es donde se producen los ascensos de aire más vigorosos debido a un efecto de succión que se produce en niveles medios y altos de la troposfera. En la zona delantera de la vaguada, suelen formarse tormentas intensas, especialmente en verano y otoño.
La vaguada vendría a ser lo opuesto de una dorsal. Una dorsal es una zona de presión alta y aire cálido que se extiende desde un anticiclón, con forma de "V" invertida.
Fenómenos meteorológicos asociados
El paso de una vaguada puede producir un cambio súbito en las condiciones meteorológicas, estas son algunos de los impactos asociados:
- Tormentas y/o lluvias torrenciales cuando en superficie hay una buena disponibilidad de calor y humedad. Las tormentas asociadas a una vaguada, son más habituales en la época cálida del año (de mayo a octubre).
- Aumento brusco de la velocidad del viento y cambios en la dirección. En invierno, algunas vaguadas van asociadas a un frente frío en superficie. Con la llegada del frente, el viento se vuelve racheado, se intensifica y cambia de dirección.
- Descenso de temperaturas. El aire frío asociado a la vaguada produce una brusca bajada de las temperaturas, especialmente en áreas de tormenta. En invierno, el paso de una vaguada puede desplomar la cota de nieve.
- Aire limpio. Algunas vaguadas implican una limpieza profunda del aire, arrastrando calima y partículas contaminantes. Al paso de una vaguada, el cielo suele quedar de un color azul intenso y con excelente visibilidad.
No todas las vaguadas producen lluvias torrenciales
Es importante remarcar, que al igual que con las danas, no todas las vaguadas producen tormentas y/o lluvias torrenciales. Para ello, deben confluir otros factores, como que haya una buena disponibilidad de calor y humedad en niveles bajos.
Muchas vaguadas en invierno y primavera pasan desapercibidas, produciendo un aumento de la nubosidad y precipitaciones débiles. Las vaguadas en verano y/o otoño son las que pueden producir tiempo adverso y son, por tanto, las que hay que vigilar más de cerca.