¿Qué es la enfermedad de la bofetada? Los casos aumentan con el transcurso de la primavera
Existe una enfermedad vírica muy contagiosa que suele ser frecuente en los niños, que se manifiesta con una erupción y que se conoce popularmente como la “enfermedad de la bofetada”.
Si tu hijo de repente presenta una erupción en las mejillas, en los brazos y en las piernas, lo más seguro es que tenga una enfermedad vírica conocida como la enfermedad de la bofetada. Se trata del eritema infeccioso o megaloeritema y suele afectar, sobre todo, a los niños de entre 5 y 14 años, aunque puede darse a cualquier edad.
Se caracteriza por una peculiar erupción en las mejillas, de ahí que se la conozca popularmente como la enfermedad de la bofetada. Los síntomas son leves, y su incidencia tiende a aumentar durante la primavera y el verano. Este fenómeno se debe a que la enfermedad no sigue un patrón fijo, y afecta a grupos de niños que se contagian entre sí.
Cuando se presenta la fase de erupción, que es cuando se identifica la enfermedad, los niños ya no resultan contagiosos, por lo que no es necesario aislarles ni que dejen de acudir al colegio.
¿Qué causa la enfermedad de la bofetada?
El parvovirus B19 es el agente causante de esta enfermedad vírica, según indica la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap). Este virus es altamente contagioso y exclusivamente humano, lo que significa que no puede transmitirse entre humanos y mascotas.
La erupción facial, que comienza con la coloración rojiza de los pómulos, guarda cierta semejanza con el aspecto posterior a un golpe, de ahí su nombre común. Posteriormente, se extiende al tronco, los brazos y las piernas, persistiendo durante tres a cinco días. El contagio suele ocurrir principalmente a través de vías respiratorias, según comenta Pedro Gorrotxategi, presidente de la AEPap.
Además del exantema o erupción, los síntomas pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, picor o irritación de garganta, dolores musculares, náuseas o diarrea. Los granos, que rara vez aparecen en palmas y plantas, pueden causar picazón.
Riesgos y tratamiento del eritema infeccioso
Las mujeres embarazadas corren el riesgo de transmitir la enfermedad al feto si no la han contraído anteriormente. Esto puede llevar a diversas complicaciones, como anemia fetal o un aborto, especialmente en el primer trimestre de gestación. Sin embargo, la mayoría de los adultos han desarrollado defensas contra la enfermedad, reduciéndose así el riesgo para las embarazadas.
El tratamiento se centra en aliviar los síntomas, ya que no existe un tratamiento específico para la enfermedad de la bofetada. En casos de dolor articular, más comunes en adultos, se pueden recetar analgésicos o antiinflamatorios. No hay vacuna disponible contra esta enfermedad causada por el parvovirus B19, por lo que se recomienda practicar una buena higiene personal. También hay que adoptar medidas para prevenir la propagación, como lavarse las manos y cubrirse al toser o estornudar.
Por lo general, la enfermedad suele desaparecer espontáneamente en una o dos semanas, aunque puede dejar una pigmentación residual en la piel. Igualmente, el exantema puede persistir intermitentemente durante semanas o meses, especialmente en condiciones de calor, exposición al sol, ejercicio físico o estrés emocional.