Shock climático, ¿qué es y cuáles son sus consecuencias?
El shock climático se basa en los efectos del calentamiento global sobre la economía. Aquí os explicamos en qué consiste y algunas propuestas para mitigarlo.
Los conceptos de cambio climático, calentamiento global o isla de calor ya están al alcance de todos porque aparecen de forma muy recurrente en los medios de comunicación. Estos fenómenos han pasado de formar parte de un lenguaje científico a un registro cotidiano.
En este artículo explicaremos un fenómeno menos conocido, pero igualmente muy interesante. Se trata de una interpretación de carácter económico sobre el cambio climático, o como ese calentamiento global puede producir un "crash" en el planeta o en la sociedad.
El "shock climático" es un concepto implementado por Gernot Wagner y Martin L. Weitzman, profesores y expertos en el impacto económico de ese cambio global. Se podría definir ese término como los efectos de un planeta más caliente sobre la economía global.
Estos dos científicos proponen una serie de soluciones en un libro divulgativo que se basan en reconducir las políticas públicas y adoptar medidas para amortiguar los efectos del calentamiento global, como el ahorro de combustibles fósiles o el comercio de derechos de emisiones.
Estos expertos apuntan que los riesgos climáticos podrían afectar negativamente el sistema financiero, y especialmente a los fondos de inversión y a las aseguradoras.
No solamente estos expertos apuntan hacia este camino, sino también instituciones y organismos internacionales como el Banco Central Europeo (BCE) y la Junta Europea de Riesgo Sistémico (ESRB). Su último informe conjunto muestra que los riesgos climáticos pueden propagarse rápidamente y dañar a empresas y bancos por igual.
Así afecta a la economía
El shock climático podría tener un conjunto de consecuencias desfavorables en las economías. En primer lugar, impacto abrupto en los precios de mercado, afectando a las carteras de inversión, los fondos de pensiones y las compañías de seguros. En segundo lugar, el incumplimiento de empresas grabadas por impuestos y tasas derivadas de la contaminación podría provocar pérdidas por los bancos expuestos.
Según algunos cálculos, las pérdidas de mercado de aseguradoras y fondos de inversión podrían ascender al 3% y al 25% a corto plazo. Sin embargo, una transición verde más ordenada hacia las emisiones cero para 2050 suavizaría esos impactos y aliviar las consecuencias para empresas y bancos.
En tercer lugar, los riesgos naturales como incendios forestales, sequías o inundaciones amplifican ese riesgo climático y magnificar el impacto financiero. Se estima que en 2019 las pérdidas económicas derivadas de eventos meteorológicos extremos alcanzaron el 1% del PIB de la eurozona, una cifra que se podría incrementar los próximos años si estos eventos se hacen más frecuentes.
La clave: transición verde progresiva y ordenada
Para mitigar ese efecto "rebote" de las políticas que graban sobre las empresas que generan emisiones o provocan daños en el medio ambiente, los expertos apuntan a una transición verde estructurada, progresiva y ordenada.
Los beneficios a largo plazo de una transición ordenada superan los costes iniciales. Se trata de una oportunidad para que empresas, instituciones y organismos puedan sacar rédito y beneficios de una energía más limpia y más barata, de las innovaciones tecnológicas y de nuevas oportunidades de negocio.