¿Qué es el ‘Escuadrón de Dios’ al que quiere recurrir Trump para eliminar una ley ambiental?

El nuevo presidente de Estados Unidos pretende recuperar un comité de asesores, inactivo desde 1992, que tiene potestad para decidir si mantener o quitar la protección a especies en peligro de extinción. ¿De qué dependen las decisiones de este órgano?

En Estados Unidos puede repetirse la historia que, en 1980, puso en peligro a una especie muy amenazada: el grus americano.

Acaba de tomar posesión nuevamente como presidente de Estados Unidos y el segundo mandato de Donald Trump ya amenaza con convertirse en un periodo negro para el medio ambiente, incluidas implicaciones en la lucha contra el cambio climático tanto a nivel nacional como global.

Las medidas que ha comenzado a implementar la Administración estadounidense representan un cambio drástico en las políticas ambientales del país, y están generando una honda preocupación entre ambientalistas y la comunidad internacional.

Se le llama el Escuadrón de Dios porque sus miembros literalmente tienen autoridad sobre la vida y la muerte de la especie.

La última alarma ha saltado ante la posibilidad de que Trump recupere el conocido como ‘Escuadrón de Dios’, que tiene facultades para anular protecciones otorgadas por la Ley de Especies en Peligro de Extinción (ESA, por sus siglas en inglés). Estas son las claves de esta controvertida cuestión.

¿Quiénes son el ‘Escuadrón de Dios’?

Aunque oficialmente se denomina ‘Comité de Especies en Peligro de Extinción’, el ‘Escuadrón de Dios’, dirigido por el secretario del Interior, está compuesto por este y otros cinco altos funcionarios: los secretarios de Agricultura y del Ejército, el jefe del Consejo de Asesores Económicos y los administradores de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

Cada uno de estos burócratas tiene un voto en las deliberaciones del comité. Además, también forman parte de este órgano un representante de cada estado afectado, cuyos votos solo suman uno de manera colectiva.

Así funciona: Cuando una acción federal se considera de interés público y es de importancia nacional o regional, los miembros del comité pueden decidir qué cuestiones de índole económica superan la necesidad de proteger la especie afectada.

Si al menos cinco de los siete votos están a favor de que ese proyecto avance, tendrá vía libre, aunque ponga en riesgo a especies en peligro de extinción.

¿Cuántas veces ha decidido ya sobre la vida y la muerte?

Desde su creación en 1978, el ‘Escuadrón de Dios’ ha dictaminado solo en tres ocasiones. La primera, en 1979, con motivo de la construcción de la presa Tellico en Tennessee, que amenazaba al pez caracol de vientre pálido (Percina tanasi). La obra siguió adelante con el voto favorable del comité.

En 1980 también permitió la construcción de una presa en Wyoming que afectada a la población de grulla blanca.

Y, en 1992, el ‘Escuadrón de Dios’ evaluó una exención para la tala de bosques en hábitats del búho moteado del norte. Sólo en esa ocasión votó en contra del interés económico y priorizó el medioambiental.

¿Qué pretende Trump?

Desde su vuelta a la Casa Blanca, Trump ha firmado varias órdenes ejecutivas que buscan expandir la extracción de petróleo, gas y carbón en tierras y aguas públicas, incluyendo áreas protegidas como el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico o a especies vulnerables como el pez Delta (al que hace responsable de los incendios en California).

Una política que busca que Estados Unidos alcance la independencia energética y que tiene como consecuencias el desmantelamiento de la protección del medio ambiente, y el aumento de la contaminación y de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Sin embargo, los procedimientos que debe seguir el ‘Comité de Especies en Peligro de Extinción’ no son tan sencillos como parece dar a entender el actual presidente estadounidense.

Y también tienen un alto coste económico para el grupo que solicite la exención de la ley, que debe pagar ilimitadamente por cualquier acción requerida para tratar de preservar la especie para la que se pide la desprotección.

Oposición dentro y fuera del país

Ante las medidas anunciadas por Trump, importantes organizaciones ambientalistas ya han expresado su preocupación. Entre ellas, el Centro para la Diversidad Biológica, que ha recordado que Estados Unidos posee leyes ambientales “sólidas” que no se doblegarán ante los “caprichos” del presidente.

Desde Earthjustice, una organización de derecho ambiental que demandó al gobierno federal en el caso del búho moteado, también aseguran que desafiarán legalmente cada ataque contra la vida silvestre, las tierras públicas y la salud humana.

La comunidad internacional también ha mostrado inquietud ante el cambio de rumbo en la política ambiental de Estados Unidos, marcada por la retirada del Acuerdo de París y la promoción de combustibles fósiles.

Decisiones que debilitan los esfuerzos globales para mitigar el cambio climático, especialmente en un momento en que el mundo enfrenta fenómenos meteorológicos cada vez más extremos y devastadores.