¿Qué diferencia hay entre noches tropicales y tórridas?
Sudar por la noche, dormir mal o despertarse cada dos por tres... Un tópico del verano. Y todo por culpa de las noches tropicales y tórridas. ¿Sabes qué son y cómo nos afectan?
Con la llegada de nuevas olas de calor a España, cada vez es más frecuente escuchar hablar de noches tórridas y noches tropicales. Cuando se dan, cuesta dormir y damos vueltas en la cama. Pueden afectar, incluso, a nuestra salud. ¿Sabes cuándo estamos en una noche tropical y cuándo podemos decir que tenemos una noche tórrida?
Noche tropical vs. noche tórrida
Una noche tropical es aquella en que la temperatura mínima no desciende de los 20 °C. Dormir con estas temperaturas empieza a ser realmente incómodo y la temperatura nocturna no baja lo suficiente como para brindar un alivio del calor que se ha acumulado durante el día.
En cambio, una noche tórrida es aquella en que el termómetro no baja de los 25 °C. La incomodidad va a más y se hace especialmente difícil dormir. Es un término muy reciente porque en los últimos años, este tipo de noches han aumentado considerablemente: ha surgido la necesidad de crear un nuevo concepto de calor nocturno.
En ambos casos, si la humedad es muy elevada, dificulta aún más el poder descansar adecuadamente.
La salud corre peligro
Las noches tropicales pueden ser especialmente incómodas para el descanso y el sueño, ya que no refresca suficiente por la noche y la sensación es de sofoco. Dormir mal es un tópico en estas fechas, pero puede llegar a ser muy peligroso si la falta de sueño se prolonga en el tiempo. Resulta imposible descansar y conciliar el sueño, especialmente en el litoral, donde hace más bochorno.
Las personas con más riesgos durante estas noches donde no baja la temperatura son las que tienen enfermedades crónicas y las personas mayores. No cabe duda que también existe un umbral de la pobreza que genera exclusiones sociales: las personas sin aire acondicionado quedan totalmente expuestas al calor. Dormir a más de 25 °C prolongadamente es un riesgo para la salud.
Según el Observatorio de Salud y Cambio Climático, OSCC, las olas de calor durante el día también son muy peligrosas: a partir de los 38 °C suelen darse casos de deshidratación, calambres, golpes de calor y arritmias. Se puede producir el agravamiento de enfermedades previas, e incluso la muerte.
Las siguientes... ¿serán infernales?
El problema con las noches calurosas no acaba aquí: con el calentamiento global y el aumento de olas de calor, cada vez baja menos la temperatura nocturna, sobre todo en las ciudades. Algunas mínimas se quedan por encima de los 30 ºC.
Se están empezando a barajar algunas opciones, pero existe la posibilidad que a estas noches cálidas, donde la temperatura mínima no baja de los 30 °C, se les denomine noches infernales.