¿Qué cuidados necesita la 'planta del dinero' para sobreponerse a sus enfermedades habituales?
Las plantas del dinero, conocidas por atraer la buena suerte, a veces presentan signos de debilidad que las hace deteriorarse. ¿Qué enfermedades son las que más les afectan y cómo hacerles frente?
La llamada ‘planta del dinero’ (Plectranthus verticillatus) es una elección popular entre los amantes de las plantas de interior debido a su follaje exuberante y su reputación de ser fácil de cuidar. Es también conocida porque se cree que atrae la buena suerte y la fortuna. Sin embargo, incluso las plantas más resistentes pueden enfermar. ¿Qué hacer para cuidar la planta del dinero y permitirle sobreponerse de sus enfermedades habituales?
¿Por qué enferma la planta del dinero?
Pero, ¿por qué enferma una planta tan resistente como esta? El exceso de riego es una de las causas más frecuentes de enfermedades en la planta del dinero, ya que el encharcamiento del suelo provoca la pudrición de las raíces y, además, favorece el desarrollo de hongos.
Por otro lado, la falta de drenaje también contribuye a problemas similares: si la maceta no tiene agujeros para el drenaje o si el sustrato no es el adecuado, el agua se estanca, impidiendo que las raíces puedan respirar. A pesar de ser menos común, la planta del dinero también puede ser atacada por plagas como cochinillas o áfidos, lo que conviene s.
Enfermedades habituales de la ‘planta del dinero’
Aunque esta planta se adapta bien al interior, necesita recibir luz solar indirecta y brillante la mayor parte del día. Prefiere un ambiente húmedo, lo cual tolera bien incluso en invierno; sin embargo, es recomendable colocar un humidificador cerca de ella y evitar realizar algunas prácticas que podrían provocar su deterioro.
1- Podredumbre de raíces
La podredumbre de las raíces es una enfermedad frecuente en la planta del dinero, causada por hongos que atacan las raíces. Los síntomas incluyen marchitez de hojas y tallos, junto con un color amarillento y caída de las hojas. Para prevenirla, es aconsejable utilizar un suelo de buena calidad con buen drenaje y evitar el riego excesivo.
2- Manchas en sus hojas
Las manchas, que pueden ser circulares y de color marrón o negro, son causadas por hongos que afectan las hojas, haciéndolas secas y quebradizas. Para prevenirlas, hay que mantener la planta seca y bien ventilada. Si se presentan, es recomendable retirar las hojas afectadas y usar un fungicida.
3- Deformaciones en las hojas y crecimiento raquítico
Las enfermedades virales pueden causar amarillamiento, moteado, crecimiento raquítico y deformaciones en las hojas. Los virus se propagan fácilmente, por lo que es importante usar herramientas estériles, desinfectar regularmente y evitar la acumulación de plantas. Si una planta se infecta, la mejor solución es eliminarla para evitar la propagación del virus.
4- Infección por insectos
Los áfidos son pequeños insectos que se alimentan de la savia de las hojas y tallos. Para combatirlos, hay que lavar las hojas con agua o un paño y utilizar pesticidas orgánicos como el aceite de neem para prevenir futuras infestaciones.
5- Hongos en las hojas
Uno de los problemas más comunes de estas plantas es el llamado oídio, que es un problema común provocado por hongos que producen una sustancia blanca en las hojas. Empieza con pequeñas manchas y puede extenderse rápidamente. En este caso, hay que mantener la planta bien ventilada y evitar el exceso de fertilización. Si aparece, es aconsejable recortar las hojas afectadas y aplicar un fungicida.
La detección temprana de la enfermedad es clave para salvar la planta. Observarla diariamente es una manera de poder atajar a tiempo cualquier enfermedad que pueda tener. En el caso de que no se sepa cómo actuar, compartir la información con un experto en jardinería podría ayudar a recuperar la vitalidad de la planta.