¿Puedes comer turrón del año pasado? Todo lo que debes saber sobre su fecha de caducidad
Ya ha llegado la Navidad y aún tienes turrón del año pasado. Desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, ¿estaríamos corriendo algún riesgo si nos lo comemos? Para saberlo, necesitamos conocer su proceso.
Empecemos por saber de lo que estamos hablando, la variedad de turrones es (casi) infinita y no todo es lo mismo. Eso sí, hay un ingrediente que comparten, el azúcar. Una tableta de turrón puede contener hasta 70 gramos de azúcar.
Esta alta cantidad, además de convertirlo en un alimento de consumo más que esporádico, hace que actúe como conservante. Pero no es el único ingrediente que influye, también hay grasas, y en algunos casos, chocolate (que también es manteca y azúcar). Empecemos por el principio.
¿De dónde viene el turrón?
No tenemos muy claro el origen, hay quien dice que el turrón surgió por los árabes, que hicieron un concurso buscando un alimento nutritivo que se conservara en buenas condiciones durante mucho tiempo y que se transportara fácilmente. Parece que el turrón se empezó a elaborar en el siglo XI en la antigua península árabe llamándose turun, así que parece que los árabes fueron los que lo dieron a conocer en las costas españolas e italianas.
El turrón tiene origen árabe ya que en Las mil y una noches se menciona un dulce de características similares al turrón.
— profe Marta (@profeMartta) December 16, 2023
En el siglo XI Gerardo de Cremona, publicó un libro del médico cordobés Abdul Mutarrif: "De medicinis et cibis semplicibus", sobre las cualidades del turun. pic.twitter.com/CVrZyn14gg
De hecho, en las mil y una noches ya se habla de un dulce con las mismas características del turrón. Obviamente, las leyendas en sitios típicos como en Jijona o Toledo, son habituales.
¿Cómo se hace el turrón?
En un principio el turrón de Jijona como el de Alicante sólo llevan tostada de almendra, miel y clara de huevo. Antes no llevaba azúcar, pero luego se incorporó. Estos ingredientes y su proceso nos podrán dar una pista sobre su fecha de consumo.
El proceso de ambos turrones es similar, y en primer lugar hay que tostar las almendras durante unos 45 minutos. Con ello ya conseguiremos aromas y sabores característicos. Aparte se prepara el caramelo una olla con una pala mezcladora. Cuando esta mezcla es homogénea, se añade clara de huevo que da volumen, textura, actúa como aglutinante haciendo que los ingredientes se unan y evita que se formen cristales de azúcar cuando la mezcla se enfríe.
Esta mezcla se agita hasta que alcanza el punto del melero, que es el maestro de los turrones. Es más o menos cuando coges una pieza, se solidifica en unos segundos, se rompe con un golpecito y al morderla se parte sin pegarse a los dientes. Después se le añade la almendra tostada y se mezcla bien con unas palas. Es aquí donde los turrones se Alicante y Jijona se separan .
El de Alicante se divide en bloques para meterlo en unos moldes con la típica oblea para que no se pegue. En los moldes se presiona a mano hasta que quede perfecto, se corta en tabletas y listo.
El de Jijona es más laborioso, la pasta que se hizo con caramelo y almendras se extiende en bandejas. Esto se pasa por un molino y luego se bate hasta que queda una pasta homogénea. Esta mezcla se lleva al Boixet que es como un mortero, pero con calor que mueve el turrón hasta que llega a la cremosidad que se quiere. Luego se deja reposar 24 horas en un molde poroso para que las almendras suelten el aceite. Luego se desmoldea, se corta y envasa.
Turrón con fecha de caducidad
El turrón tiene una fecha de consumo preferente de 12 a 18 meses, más o menos. Esta fecha de consumo preferente es diferente a la fecha de caducidad. La fecha de caducidad se marca en productos perecederos donde, una vez sobrepasada, supone un riesgo para la salud.
En el caso de la fecha de consumo preferente, significa que no supone un riesgo para la salud, pero pueden verse afectadas las características organolépticas como el olor, color, sabor o textura.
En el turrón significa que, probablemente, las grasas se hayan enranciado y tenga peor sabor, pero esto no va suponer un riesgo para tu salud. Eso sí, cuidado con los que son muy húmedos, como el turrón de Jijona porque puede salir moho, y ya sabemos que no se debe consumir ningún alimento que tenga moho.
El fabricante está obligado a poner una fecha de consumo preferente basada en estudios, en el turrón son más o menos 12 meses, pasado ese tiempo, es posible que las características organolépticas ya no sean las mismas, ahí… allá tú si sabe mal. Lo mejor es no guardarlo y utilizarlo en alguna receta.