Protege tus plantas del frío: consejos infalibles para mantenerlas a salvo durante las heladas

El invierno puede ser duro para tus plantas, pero siguiendo estos consejos prácticos podrás protegerlas del frío y las heladas, asegurando su salud y buen aspecto

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Las heladas por bajas temperaturas pueden suponer la muerte de nuestras plantas.

Con la llegada del invierno, las bajas temperaturas y las heladas propias de este mes de enero, pueden convertirse en una amenaza para nuestras plantas, especialmente aquellas que no están acostumbradas o aclimatadas al frío extremo.

Sin embargo, con algunos cuidados y medidas sencillas y fáciles de emplear, es posible protegerlas y asegurarnos de que sobrevivan a la época de más frío del año. Todo se trata de proteger las plantas durante los periodos clave, como puede ser la noche o el amanecer, donde las temperaturas bajas y heladas pueden llegar a dañar las células de sus tejidos y provocar el marchitamiento de la planta.

Conoce las necesidades de las plantas

Lo más importante para ejercer una buena protección de las plantas del huerto o el jardín es tener un mínimo conocimiento sobre sus requerimientos fisiológicos. Algunas especies son más resistentes a las bajas temperaturas que otras, lo cuál va a suponer una mayor o menor tolerancia al invierno.

Por ejemplo, muchas plantas autóctonas o adaptadas al clima local suelen tolerar mejor las heladas. Investiga sobre las especies que tienes en tu jardín y clasifícalas según su nivel de resistencia al frío. Esto te permitirá priorizar esfuerzos y enfocar tus cuidados en las más vulnerables.

Ubicación estratégica

Si tienes plantas en macetas, uno de los métodos más simples para protegerlas del frío es trasladarlas a un lugar más resguardado, como un porche, invernadero o incluso dentro de casa.

Se deben colocar las macetas cerca de paredes o estructuras que puedan proporcionar calor residual. Si las plantas están en el suelo y no es posible moverlas, busca ubicarlas en áreas menos expuestas al viento o al aire helado.

Cubiertas y mantas térmicas

Una de las formas más efectivas de proteger las plantas es cubrirlas durante las noches más frías. Para ello se pueden utilizar materiales como mantas térmicas, sábanas o plásticos.

Sin embargo, es importante asegurarse de que el plástico no entre en contacto directo con las hojas, ya que podría causar daños, así como retirar estas protecciones durante el día para permitir que las plantas reciban luz y aire fresco.

Mulching o acolchado

El mulching es una técnica sencilla y muy útil para proteger las raíces de las plantas del frío. Consiste en cubrir el suelo alrededor de las plantas con materiales como paja, hojas secas, corteza de árbol o incluso compost.

Esta capa actúa como un aislante natural, ayudando a mantener una temperatura más estable en el suelo y evitando que las raíces se congelen.

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El empleo de un protector en el suelo puede disminuir la intensidad de las heladas.

Riego controlado

Aunque parezca contradictorio, regar las plantas antes de una helada puede ayudarlas a resistir mejor el frío.

El agua en el suelo almacena calor durante el día y lo libera por la noche, lo que ayuda a mantener una temperatura más cálida alrededor de las raíces. Eso sí, se debe de evitar el exceso de riego, ya que un suelo demasiado húmedo puede causar daños a las raíces si se congela.

Podas preventivas

Es importante evitar podas drásticas durante la época de frío. Las ramas y hojas adicionales pueden actuar como una barrera natural contra las bajas temperaturas.

Si la planta requiere una poda, se recomienda hacerlo antes del invierno para darle tiempo a la planta de recuperarse y fortalecerse antes de enfrentar las heladas.

Protección con invernaderos

Si estamos ante plantas especialmente delicadas o cultivos en jardín, se puede considerar el uso de pequeños invernaderos individuales, o bien, construir un invernadero. Los cloches de vidrio o plástico son ideales para proteger plantas pequeñas, mientras que un invernadero más grande puede resguardar una mayor cantidad de especies.

Estos espacios ayudan a mantener una temperatura constante y protegen contra el viento y las heladas.

Fertilización adecuada

Durante el invierno, es importante no sobrealimentar a las plantas. El exceso de fertilizante puede estimular un crecimiento tierno que es más vulnerable al frío.

Lo ideal, por tanto, es el uso de fertilizantes de liberación lenta y aplicarlos antes de que llegue el invierno, para que las plantas dispongan de los nutrientes necesarios sin estimular un crecimiento excesivo.

Inspección regular

Revisar las plantas con frecuencia para detectar signos de daño por frío, como hojas quemadas o ramas quebradizas y retirar las partes dañadas para evitar que afecten al resto de la planta.

Además, la inspección regular permitirá identificar posibles plagas o enfermedades que puedan debilitar a las plantas durante el invierno.