Los primeros pronósticos para el tiempo del año 2021
El Met Office ha dado a conocer su predicción con el comportamiento esperado en la temperatura a escala global en 2021. Este año será de nuevo cálido, aunque, previsiblemente, algo menos que 2020. El evento de La Niña, iniciado el año pasado, se mantendrá al menos hasta el próximo verano.
La predicción del tiempo a largo plazo ha sido una de las cosas más ansiadas por los seres humanos desde que comenzó la agricultura. Saber con la suficiente antelación cómo será el comportamiento atmosférico es clave para planificar las labores agrícolas, amén de otras muchas actividades, de ahí el fuerte arraigo que siguen teniendo entre las gentes del campo las cabañuelas, las témporas y otros métodos predictivos de la meteorología popular, que conviven con las predicciones meteorológicas basadas en el método científico.
Estas últimas siguen teniendo importantes limitaciones si ampliamos el horizonte de predicción más allá de los diez a quince días, que es el tope a partir del cual el comportamiento caótico de la atmósfera impide llevar a cabo una predicción con cierto grado de confianza. Entramos de lleno en el terreno de la incertidumbre, si bien ésta se manifiesta también a medio, e incluso a corto plazo, a pesar del espectacular desarrollo que ha experimentado en las últimas décadas la predicción meteorológica.
Aunque lentamente, cada vez se están perfeccionando más las predicciones mensuales, estacionales y anuales, al margen de las proyecciones del clima futuro desarrolladas en el marco de los estudios del cambio climático, de ahí que seamos capaces de anticipar algún rasgo del comportamiento que presentará el presente año, que acabamos de comenzar. A finales de 2020 el Met Office (Servicio Meteorológico Británico) daba a conocer su pronóstico con la evolución de la temperatura media global para 2021.
En la primera gráfica que acompaña estas líneas, comprobamos cómo en los últimos 20 años, el comportamiento observado en la temperatura a escala global no se ha desviado en exceso del construido a partir de las mejores predicciones estimadas para cada año. Las estimaciones quedaron por debajo algunos años, como 2002, 2006, 2008, 2009 o 2015 (este último con una desviación significativa), otros quedaron ligeramente por encima, como 2003, 2004, 2007 o 2013, y hubo también años en los que el pronóstico se ajustó muy bien al comportamiento observado, como 2010, 2011 o 2016.
A falta de conocer el dato definitivo de la temperatura media global de 2020, la Organización Meteorológica Mundial en su versión preliminar del Informe sobre el Estado del Clima 2020, estimó que su valor se situará aproximadamente 1,2 ºC por encima del valor promedio del periodo preindustrial (1850-1900), lo que convertirá, previsiblemente, a 2020 en uno de los tres años más cálidos de toda la serie histórica. Este hecho, es particulamente llamativo si tenemos en cuenta que el año pasado se inició un evento de la Niña, que contribuye al enfriamiento.
2021, según el Met Office, será, de nuevo, un año cálido a escala global, aunque algo menos que 2020. Concretamente, la temperatura media global estará entre 0,91 y 1,15 ºC por encima del citado valor promedio del período 1850-1900. La Niña seguirá ejerciendo su influencia, al menos durante la primera mitad del año, a pesar de lo cual las predicciones estacionales, como la del Centro Europeo (ECMWF) marcan un claro dominio de las anomalías positivas de temperatura frente a las negativas, durante el primer semestre del año.
Justo ahora, a principios del año, estamos teniendo un tiempo particularmente frío, muy invernal, en buena parte del continente europeo, a la espera –los próximos días– de un episodio muy destacado de nevadas en la Península Ibérica y, sin embargo, en una vasta extensión del océano Glacial Ártico se está produciendo una gran anomalía positiva de temperatura, con valores hasta 20 grados por encima de la media en algunas zonas. En el primero de los dos mapas de anomalías de temperatura del ECMWF anexos, comprobamos cómo para el trimestre enero-febrero-marzo de 2021, en nuestro entorno geográfico hay una probabilidad media de que tengamos temperaturas superiores a las del período de referencia 1993-2016.
El segundo de los mapas muestra los distintos rangos de probabilidad de tener anomalías positivas o negativas de temperatura durante el segundo trimestre del año (abril-mayo-junio de 2021), y comprobamos cómo el dominio de las zonas con temperaturas por encima de la media sigue siendo aplastante. Durante toda la primera mitad del año aparece marcada una gran anomalía térmica negativa (azul oscuro) en el Pacífico tropical, que se corresponde con el evento de La Niña que antes apuntamos.
Si bien por todo lo que hemos comentado y la información gráfica aportada, estamos razonablemente seguros de que 2021 volverá a ser un año cálido o muy cálido para el conjunto de la Tierra, no tenemos aún la capacidad de anticipar con una fiabilidad similar cómo se comportará el año desde el punto de vista pluviométrico a escala regional; si, por ejemplo, en primavera en el suroeste de Europa dominará un tipo de situación meteorológica, si el verano tendrá una actividad tormentosa por encima o por debajo de la media, o si el próximo otoño tendremos episodios recurrentes de lluvias torrenciales en el Mediterráneo Occidental. Estamos todavía lejos de pronosticar algo así.