Posible irrupción de aire frío siberiano, ¿afectará a España?
Encarrilamos los últimos días del mes de febrero y del invierno climatológico con la vista puesta en la semana que viene. Según los modelos meteorológicos, Europa se podría ver afectada por una masa de aire muy fría que podría arrancar desde Siberia.
Desde luego, este mes de febrero no va a dejar indiferente a nadie, haciendo más que nunca honor a aquel refrán que comenzaba con aquello de "Febrerillo el loco". A lo largo del mes se han sucedido en nuestro país las entradas de aire frío, con nevadas en algunos casos a nivel del mar y pequeñas treguas que nos han dejado días primaverales, con valores cercanos a los 25ºC en algunas zonas del Mediterráneo. Pero el mes de febrero aún no ha dicho su última palabra. En absoluto. Y es posible que la traca final aún esté por llegar.
Como ya comentamos hace unos días, el Calentamiento Súbito Estratosférico (CSE) que se ha producido tendría consecuencias sobre la movilidad de los centros de acción en el Atlántico Norte y en Europa, con una atmósfera muy dinámica, por lo que deberíamos esperar cualquier cosa en España. Poco a poco, las cosas se empiezan a ver más claras, aunque aún tenemos algunas incógnitas en la previsión.
Lo que se sí parece más claro es el ascenso del anticiclón hacia las Islas Británicas, que en las próximas horas se fusionará con el anticiclón escandinavo. Así tendremos una extensa área de altas presiones que abarcará la mitad norte del continente Europeo, canalizando una masa de aire fría hacia el Mediterráneo Occidental y provocando un descenso de las temperaturas, aunque en España esta primera irrupción fría será más bien seca.
Pero aquí no acaba la cosa, durante el fin de semana nos quedaremos en tierra de nadie, con el aire frío en altura y con una situación de pantano barométrico en superficie, por lo que la formación de pequeñas bajas en el Mediterráneo debido al avance del aire frío en altura puede hacer que la previsión cambie bastante en el último momento en algunas zonas. Pero por si no fuera poco, la situación más interesante es la que podría venir durante los últimos días del mes de febrero y a principio del mes de marzo.
Como consecuencia del debilitamiento del vórtice polar, debido al CSE que comentábamos antes, se podría generar hacia principios de la semana que viene un gigantesco puente anticiclónico entre el noreste de Norteamérica y el este de Rusia, con una burbuja cálida al sur de Islandia, de acuerdo con las previsiones del modelo del ECMWF. Con este escenario, se abriría el corredor de aire siberiano directo a Europa, algo que sería posible gracias precisamente a esa gran zona de altas presiones en latitudes altas.
Según algunos modelos, podríamos estar ante una irrupción de aire polar continental muy potente, que arrancaría desde Siberia, con unas temperaturas previstas unos 1500 m inferiores a los -20ºC en Europa Oriental y Escandinavia, con la isoterma de -15ºC llegando hasta algunas zonas de Francia, Italia, Alemania o incluso las Británicas. De cumplirse esto, la situación sería excepcional, en bastantes zonas del continente se registrarían temperaturas bajísimas e incluso podrían caer algunos récords. Sin contar todos los problemas que provocaría esta situación, que tendremos que seguir de cerca.
¿Y España?
Nosotros nos quedaríamos en el flanco sur del anticiclón, demasiado al sur de la irrupción siberiana. Aunque por ahora las previsiones señalan que también llegaría una masa de aire polar marítima procedente de Groenlandia, y que podría chocar en los alrededores de la Península con la masa de aire polar continental que comentábamos hace un momento. Dependiendo de dónde se produzca este choque de masas de aire, podríamos tener más o menos inestabilidad. No obstante, la formación de borrascas en el Atlántico posiblemente evitará que nos afecte la masa de aire más fría, que dejará a buena parte de Europa helada, si se cumplen las previsiones.
La posterior evolución del anticiclón determinará la evolución de las masas de aire frío. El modelo Europeo lleva insistiendo unos días en que al final España no se acabará librando de esta irrupción de aire polar continental a principios de marzo, aunque la dispersión es tremenda, ya que hablamos del largo plazo, y la situación se complica más cuando la atmósfera se muestra tan dinámica. En definitiva, nos esperan unos días muy interesantes de seguimiento. Cualquier pequeño cambio puede hacer que la previsión dé un vuelco, por lo que no podemos descartar nada.