¿Por qué tenemos la sensación de que siempre llueve en Semana Santa?
Se acerca la previsión del tiempo más importante de todo el año: la de Semana Santa. Casi siempre, la lluvia aparece en algún momento. ¿Es cierto esto? ¿O es solo una sensación?
Es el Vía crucis que tenemos que pasar todos los meteorólogos año tras año. Casi con un mes de antelación, muchos son los amigos, compañeros o espectadores los que nos piden saber qué tiempo hará.
La Semana Santa tiene unas características muy especiales. En poco más de una semana, se concentra el mayor número de desplazamientos de todo el año. Mientras en verano es más repartido entre dos meses, aquí todos nos vamos a algún sitio en pocos días. Además, suele quedar entre Navidad y verano, y todos queremos aprovechar para hacer una pequeña escapada y desconectar.
Recuerdos y memoria
Casi todos los que estamos aquí podemos recordar las últimas vacaciones en las que nos llovió en Semana Santa. En cambio, pasamos por alto los días con sol. La ciencia nos dice que los recuerdos negativos duran más que los positivos, y para la mayoría de gente, la lluvia en Semana Santa no es un buen recuerdo.
Tras un largo otoño e invierno, muchos vemos la oportunidad de tomar los primeros rayos de sol del año. Si aparecen las temidas nubes y la lluvia, no nos hace mucha gracia.
No hay que olvidar, además, la cantidad de procesiones y festejos que tienen lugar estos días. Todos ellos, en caso de lluvia, tienen que ser anulados. Por estos y más motivos la lluvia tiene la fama tan negativa en esta época del año si acaba apareciendo.
Qué dicen las estadísticas
Ahora podemos comparar lo anterior con los datos reales. Las estadísticas tienen en cuenta que la Semana Santa tiene un periodo que va desde el Domingo de Ramos al Lunes de Pascua. Es decir, tiene una duración de exactamente nueve días.
Las dos últimas estadísticas que publicó la Agencia Estatal de Meteorología respecto al número de días que suele llover habitualmente en Semana Santa fueron en 2016 y 2017. En 2016 la Semana Santa cayó del 20 al 28 de marzo, y en 2017 del 9 al 17 de abril.
En ambos casos la conclusión es que de los nueve días que dura la Semana Santa, suele llover entre tres y cuatro. Eso quiere decir que llueve aproximadamente el 40% de los días. Hay que tener en cuenta que en comunidades como Galicia y las del Cantábrico las cifras son más elevadas que en el resto.
Cada uno puede interpretar si un 40% es mucho o poco, pero hay que recordar al fin y al cabo, que llueva es una buena noticia a pesar de que pueda aguarnos las vacaciones.