¿Por qué (se cree que) la homeopatía funciona?
Se vende en algunas farmacias, lleva más de 200 años entre nosotros, hay gente con “título” que pasa consulta, a tu vecina y al hijo de tu amiga “les cuesta”. Y aún así, no tiene el apoyo de la evidencia científica. ¿Por qué se sigue creyendo en la homeopatía?
Si has contestado: “no lo sé, es ilógico”, tienes razón, pero es la respuesta fácil y aquí venimos a lo difícil. Analicemos primero qué es la homeopatía.
Principios homeopáticos (y su explicación)
Samuel Hahnemann, el culpable de todo este circo. Estableció los principios de la homeopatía basándose en que, al tomar quinina (remedio para la malaria en su época) desarrolló los síntomas de la enfermedad. Probablemente fuera por otros motivos, ya que los síntomas sin diagnóstico son fiebre, dolor de cabeza, escalofríos… lo mismo tenía catarro, pero poco importaba. Le sirvió para crear dogma “lo similar cura lo similar”.
Poniéndonos un poco más serios, lo que quieren decir es que, si algo provoca enrojecimiento, hinchazón y picor, una dosis infinitesimal de eso que lo provoca, curará, por ejemplo, una picadura de abeja que produzca esos síntomas.
Esto de la dosis infinitesimal tiene su miga. No tengo pruebas, pero tampoco dudas, que esto llegó porque empezó sus pruebas con dosis elevadas y no sólo no curaba nada, sino que encima provocaba peores síntomas. Así que oye, brillante, si es en dosis infinitesimales, no hay efectos secundarios (ni primarios).
Fíjate que podríamos usar un argumento “parecido” para las vacunas (aunque el mecanismo es, evidentemente, otro) y resulta que la mayoría de los seguidores de homeopatía están en contra de las vacunas, justo en lo que no hace falta creer para que hagan efecto, como la medicina.
El tema se basa en hacer tremendas diluciones hasta que no queda nada (pero nada, ni una molécula, ni un átomo, nada) del producto inicial. No pasa nada, para eso también hay excusa: la memoria del agua. El agua recuerda lo que ha tenido y así te cura.
Podríais decir: pues con las vueltas que da el agua, no podrían existir enfermedades. Para esto también hay respuesta: es que el agua sólo recuerda cuando está “dinamizado”, es decir, cuando se agita con el producto mucho, muchísimo, más de 100 veces en cada una de las diluciones. Pero luego ya, cuando entra en el ciclo del agua o se congela, se le olvida.
Por si esto fuera poco, después de 200 años, nadie ha sido capaz de demostrar evidencia más allá del placebo (que no es poco) realizando estudios correctos con ningún producto homeopático.
Entonces, ¿por qué siguen creyendo?
Los argumentos que defienden los partidarios de la homeopatía son de los más diversos. Aquí te mostramos algunos de ellos.
¿Falta de información?
La homeopatía llegó en un momento en el que la medicina pasaba por una crisis: pocas soluciones y métodos complicados. Ahí se hizo fuerte. Pero es que claro, o te morías o no. Si no te morías, había sido la homeopatía, y si te morías había sido “pese a la homeopatía”.
Igual que los antivacunas actuales, en aquel momento ya tenían información correcta, la primera crítica a la homeopatía llegó en 1846 de la mano de John Forbes, pero, igual que ahora, no todos quieren escuchar que algo en lo que cree es falso.
Ser único
Si pensamos en quiénes van a consultas homeopáticas, nos encontramos con gente bien formada y con recursos (muchos recursos, porque es caro que alucinas). Quizá personas que quieren un contacto humano, alguien que le trate como lo especial que es, no como con la medicina, que da igual que seas alto, rubio, moreno o con ojos azules, que el medicamento te hará efecto sin ser especial.
En definitiva, nos hace sentir seguros porque es “exactamente lo que yo necesito”.
Una solución definitiva
En muchas ocasiones hemos oído: pues a mí se me curó “tal cosa” cuando fui al homeópata. Quédate con esta frase: regresión a la media. Eso significa que se está en un punto de progreso de la enfermedad en que, con homeopatía o sin ella, te habrás curado.
Por eso la homeopatía sólo trata enfermedades leves que, casualmente se curarían solas después de un tiempo. Por eso no hay anestesia homeopática, anticonceptivos homeopáticos y tratamientos contra el cáncer homeopáticos (en este punto, los desalmados dicen que son “complementarios”, sin ninguna vergüenza, oye).
Es que Agencia Española del Medicamento los tiene registrados
Claro, es que tienen que fabricarse con todas las garantías de seguridad, ya sabemos que no tiene eficacia. El objetivo es siga sin hacer nada, todavía faltaba que lo fabricaran en malas condiciones y te provocara una intoxicación. Aún muchos países (algunos son ejemplo en otras materias) lo tienen incluido en sus sistemas de salud, tampoco autorizan los transgénicos en alimentación. Estas cosas pasan, a veces es más fácil quitar la cabeza que una idea que está en ella.
Es que es muy complejo y no lo entiendes
Esto servía hace años cuando se creía en dioses porque necesitábamos una explicación y no sabíamos cómo darla. Pero, pese a los grandes desafíos que aún quedan en la medicina, sí tenemos argumentos necesarios para decir bien alto que el agua con azúcar no cura.
En definitiva: no hay alternativa a la medicina.